Hace cuatro años Gilberto Amay alterna sus siembras de naranja, mandarinas, piñas y otros con la de cacao fino de aroma. Él y su familia viven en el barrio El Salado, de la parroquia Guadalupe, en Zamora Chinchipe. Allí, Amay posee tres hectáreas de cacao, en donde tiene alrededor de 3.000 plantas ya en producción. Cuenta que al inicio fue complicado manejar su finca de una manera orgánica porque significaba mayor esfuerzo. Hoy en día está orgulloso de ser uno de los proveedores de cacao en la provincia, y aportar a los emprendimientos que surgieron en torno al chocolate. “Entregamos un producto limpio y de calidad, lo cual es importante para generar valor agregado”, manifiesta el productor. Amay y otros seis productores cuentan con el apoyo técnico de la Empresa Pública Agropecuaria Agropzachin, de la Prefectura de Zamora Chinchipe. La entidad impulsa la producción de cacao nacional, que inicia con la socialización de la propuesta, la producción de plantas en vivero, injerto, mantenimiento, poda, prevención de enfermedades, siembra, entre otras actividades. La Prefectura menciona que en la actualidad, después de un proceso de adaptación y siembra, los productores cuentan con cosechas anuales que significan un sustento económico adicional para sus hogares. Además, el apoyo de Agropzachin permite a los beneficiarios contrarrestar plagas y enfermedades, producir abonos orgánicos en sus fincas, construir viveros y otras labores. César Patiño, técnico responsable del cantón Zamora, menciona que en la finca de Guadalupe trabajarán en la construcción de una marquesina para secar el cacao y un bloque de cajones para fermentar la pepa del grano en baba. “Hemos pasado de un proceso de plantación de cacao a uno que hoy da resultados”, resalta Patiño. Amay espera que este apoyo continúe, sobre todo, a través de las nuevas autoridades electas. (I)