Más de 3.247 toneladas de residuos industriales de la Refinería Esmeraldas fueron exportados este martes 18 de agosto, por Petroecuador con destino a plantas de tratamiento de Francia para su disposición final. Técnicos de la empresa contratista Suez–Ecuambiente ejecutaron el traslado de los químicos desde las instalaciones del centro refinador hacia el puerto de la ciudad, para el embarque respectivo. Los residuos están conformados por sosa cáustica y dietanolamina (DEA) gastadas, que no pueden ser procesadas y eliminadas en el país. El gerente general de Petroecuador, Pablo Flores, destacó que “ha sido un trabajo intenso de la empresa pública para exportar estos residuos. Invertimos $ 7,9 millones para eliminar estos pasivos ambientales de la Refinería Esmeraldas y continuaremos con todas las buenas prácticas ambientales para una operación más eficiente y menos contaminante”. Técnicos de la empresa pública y de la contratista trabajaron cerca de un año y medio en la caracterización, etiquetado de los productos y el trasvase a isotanques. Se obtuvieron además los permisos transfronterizos de los países de origen, tránsito y destino, como Ecuador, Panamá y Francia. Estos permisos se lograron con el apoyo del Ministerio del Ambiente y Agua que realizaron las gestiones con sus similares de los otros países involucrados, para contar con todas las autorizaciones para el traslado de los productos, como lo establece el Convenio de Basilea. El buque con el cargamento de residuos partió este martes al medio día desde Esmeraldas y tendrá un recorrido estimado de 22 días hasta llegar a Francia, luego será el traslado vía terrestre hacia la planta especializada en Rousillon, para que en 90 días se realice el tratamiento de estos residuos. Se estima que el siguiente año, Petroecuador cuente con los certificados de disposición final, emitidos por el Ministerio de Ambiente. El tratamiento en Europa consiste en la incineración de la sosa a altas temperaturas, para asegurar la destrucción total de las sustancias y evitar que se formen compuestos secundarios nocivos para el ambiente. Este tipo de plantas cuentan con sistemas especializados para tratamiento de emisiones, asegurando así que los gases producto de la destrucción del desecho sean purificados previo a su emisión a la atmósfera. Finalizado este procedimiento, la empresa contratista emite certificados de destrucción final del residuo, que son aprobados por el Ministerio del Ambiente. La sosa cáustica gastada es una sustancia líquida corrosiva que se produce en las operaciones de tratamiento de la gasolina y del gas licuado de petróleo (GLP). En Ecuador no existe la tecnología para el manejo final de estos residuos, por lo que se debe exportar este desecho hacia plantas especializadas en el extranjero para su disposición final.