María Barros Yunga, habitante de Turi, cantón Cuenca, provincia de Azuay, toda su vida se ha dedicado a la crianza de cuyes. “Es una actividad rentable que me ha permitido mantener a mi familia; mis hijas igualmente han tenido una educación profesional”, aseguró. María contó que antes compraba pocos cuyes únicamente para consumir su carne y no para cría, pero luego vio la posibilidad de adquirirlos para la reproducción. “Actualmente tengo 120 cuyes, a veces he tenido hasta 500”, manifestó. Agregó que ha sido apoyada por algunas organizaciones no gubernamentales para implementar las jaulas y obtener buenos reproductores en Sígsig. De parte del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), María Barros afirmó que recibe asistencia técnica de cómo mejorar la alimentación de los cuyes y la infraestructura. Margarita Velasco, del barrio El Capulicito, parroquia María José Terán, cantón Píllaro, provincia de Tungurahua, destacó que el Magap la capacita, le da insumos y vitaminas para el cuidado de sus más de 5.000 cuyes de la línea peruana, número superior a los 30 con los que inició la crianza. En el cantón Cevallos, de Tungurahua, Eulogia Villacís, quien cría cuyes hace 17 años y pertenece a la Asociación de Productores de Agua Santa, dijo que recibe apoyo permanente de técnicos de Estrategia Hombro a Hombro, que ejecuta el Magap. El cuy es un animal de origen andino. Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador son los países de mayor producción y consumo de este animal ancestral, que poco a poco copa la mesa de los ecuatorianos y de algunos comensales del mundo. El consumo se debe a su apetecible sabor y saludable carne (alta en proteína y baja en grasas), por lo que más agricultores se han involucrado en esta actividad productiva. Además se ha convertido en una estrategia de desarrollo rural frente a la necesidad de generar empresas y empleo en el campo. Este producto emblemático de los Andes demuestra su potencial a partir del año 2000, cuando se iniciaron procesos de exportación de carcasas empacadas al vacío, principalmente a Estados Unidos, dijo Barros. Afirmó que aunque no exporta directamente, tiene compradores que envían cuyes a Estados Unidos y España. Juan Bravo, técnico del Proyecto de Innovación Tecnológica Participativa y Productividad Agrícola (Pitppa), del Magap, expresó que algunas instituciones públicas y privadas motivadas por este auge ejecutan proyectos para mejorar el sistema de crianza familiar hacia el familiar comercial. Para Alejandro Chacha, director de la Corporación de Capacitación y Asistencia Técnica para el Desarrollo Rural del Sur, la cadena productiva de cuyes requiere potenciarse como un mecanismo para combatir el hambre, la desnutrición y la pobreza que aqueja el sector rural de Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, países en los que el 90% es manejado por mujeres rurales. Según datos del Pittpa, más de 710.000 familias se dedican a la crianza de cuyes en Ecuador. El país -indicó- produce carne de cuy para al mercado local, aunque hay un déficit de 20% en la oferta por falta de cadenas de comercialización. Agregó que continúa la práctica de la crianza como una actividad doméstica, aunque se han creado organizaciones de pequeños y medianos productores al amparo de la Ley de Economía Popular y Solidaria. Según cifras del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), adscrito al Magap, se estima que en el país habría aproximadamente 21’000.000 de cuyes y que se podrían producir hasta 47’000.000 al año. Apetecido consumo Jamill Ramón, viceministro de Desarrollo Rural del Magap, precisó que el cuy es más preferido en las zonas rurales, especialmente de la Sierra, donde se presume que existen 2’028.000 consumidores. En cambio, en el área urbana se calcula que sería de 1’092.000. En el seminario internacional ‘Producción, agregación de valor y comercialización asociativa de cuyes’, realizado esta semana en Cuenca, Ramón precisó que el consumo per cápita del sector rural está en 1,41 kilogramos por mes (kg/mes), 16,90 kilogramos por año, igual a un promedio de ocho cuyes al año. En el sector urbano, el consumo per cápita es de 0,710 kg/mes, 8,52 kg/año que equivale a cuatro cuyes por año. El consumo de carne de cuy en Ecuador se calcula en alrededor de 13’000.000 de cabezas anuales, a un peso promedio en pie de 2,1 kilogramos, lo que significan unas 26.590 toneladas al año. Por el año internacional Dada la importancia de la crianza de cuyes en el sector rural, actores de esta cadena productiva de Ecuador y Perú solicitaron -en dos seminarios realizados en Azuay y Perú, que 2016 se declare ‘Año Binacional del Cuy’. El objetivo es “iniciar un proceso sostenido de mejoramiento de la productividad y competitividad en esta emblemática cadena productiva agropecuaria”. Así, se pretende superar los limitantes para el desarrollo del cuy, que son la falta de tecnología y de procesos de investigación; base genética; organizaciones de productores con enfoque empresarial y capacitación de los mismos, además de la falta de promoción para lograr el consumo masivo, entre otros. María Barros solicitó apoyo “principalmente en el tema de riego, ya que necesitamos reservorios o tanques para mantener el agua y regar permanentemente la alfalfa para mejorar el alimento de los cuyes. Nos gustaría que nos ayuden con buenas crías para el mejoramiento genético”. (I)