A junio de 2018, 35.907 personas salieron del desempleo, en comparación con junio de 2017; en contraste, el empleo adecuado/pleno disminuyó en 161.689 personas. Así lo indica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) que publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) en donde destaca que en Quito el empleo adecuado cayó 4%, la variación más alta frente a Cuenca, Guayaquil, Machala y Ambato. En los últimos doce meses la desocupación no ha crecido, y el subempleo ha descendido 1,1%, sin embargo el informe muestra importantes incrementos en las categorías de Otro Empleo No Pleno, Empleo No Clasificado, Población Económicamente Inactiva (PEI), y sector informal. Wilson Araque, de la Universidad Andina Simón Bolívar, observó que el desplazamiento del empleo pleno refleja que, frente a la desaceleración de la economía nacional, los ciudadanos buscan alternativas para percibir ingresos, aunque eso implique no estar afiliado a la Seguridad Social, no percibir un salario mínimo ni cumplir la jornada completa. La tasa que más aumentó fue la de Otro Empleo No Pleno que entre junio de 2017 y junio de 2018 pasó de 24,3% a 26,5%. Aquí se encuentran, según la Enemdu, las personas con empleo que percibieron ingresos inferiores al salario mínimo ($386) y/o trabajaron menos de la jornada laboral y no tienen el deseo y la disponibilidad de trabajar horas adicionales. A criterio de Araque, también refleja poca consolidación del sector privado, lo cual se espera mejorar con la Ley de Fomento Productivo. A todo eso se suma que la Población en Edad de Trabajar (PET) en el último año aumentó en 167.426 personas. Son todas las personas de 15 años de edad y más. Pero, contradictoriamente, la Población Económicamente Activa (PAE) disminuyó en 168.694. Hay personas de 15 años que estuvieron empleadas o no tenían empleo, pero estaban disponibles para trabajar. La diferencia entre quienes pueden trabajar y quienes están dispuestos a hacerlo se encuentra, principalmente, en la Población Económicamente Inactiva (no están empleados, no buscan trabajo ni quieren trabajar) que creció en casi 200.000. Para el analista Napoleón Santamaría, además de la situación económica del país esto se debe a que en Ecuador está ocurriendo un fenómeno global marcado por la generación millennials. Los jóvenes que pertenecen a esa generación (nacidos entre 1980 y 2000), añadió Santamaría, se caracterizan por intentar “dar un golpe de suerte” a través de proyectos propios (emprendimientos). A eso también se debe que el Otro Empleo No Pleno suba y que el subempleo baje, coincidieron los expertos. Pobreza crece a nivel nacional Las tasas de pobreza y pobreza extrema también se elevaron. La primera pasó del 23,1% al 24,5%, en tanto la segunda fue del 8,4% al 9%. Se considera a una persona pobre por ingresos si percibe un ingreso familiar per cápita menor a $ 84,72 mensuales y pobre extremo si percibe menos de $ 47,74. Finalmente, el Coeficiente de Gini, que mide el grado de desigualdad, creció de 0,462 a 0,472 puntos. Mientras el indicador esté más cercano a 1 significa mayor desigualdad. Araque lo explicó como un efecto del mercado laboral. Para Santamaría también evidencia que no hay una adecuada distribución de los recursos. (I)