Este domingo concluyó en Ecuador la Quincena del Comercio Justo, una serie de eventos para informar y promover la política pública y las actividades de distintas organizaciones que se dedican a este tipo de economía. Según cifras del Ministerio de Comercio Exterior, los productos exportados de la Economía Popular y Solidaria (EPS), sector fundamental dentro del comercio justo, sumaron $ 305 millones FOB en 2017, cifra que un año antes ascendió a $ 314 millones (ver infografía). Los productos que más crecimiento registraron fueron el banano, las rosas, la piña, entre otros. Los principales países de destino de los productos de comercio justo fueron Estados Unidos, Alemania y Bélgica. Los eventos realizados en el país iniciaron con la celebración del Día Mundial del Comercio Justo, que se realiza, desde 2001, el segundo sábado de mayo, como una contribución a la lucha contra la pobreza, la explotación, la desigualdad, la inequidad, el cambio climático y la crisis económica que tiene mayor impacto en las poblaciones más vulnerables del mundo. En Ecuador se realizaron ferias inclusivas, exposiciones, charlas y conferencias para visibilizar y dimensionar tanto al comercio justo, como a los productores, comercializadores y consumidores que son abarcados por este concepto. Andrés Galán, director de Intercambio y Mercados del Instituto de Economía Popular y Solidaria, destacó que en el país, Quito y Riobamba han sido declaradas como ciudades del comercio justo y próximamente, este calificativo llegará también para la ciudad de Loja. “El comercio justo procura un trabajo enfocado hacia el pequeño productor que busca mejores relaciones y con sentido de justicia, sobre las actividades productivas que realiza”, explicó Galán. Sagrario Angulo, coordinadora del Consorcio Ecuatoriano de Comercio Justo, explicó que este modelo es una forma alternativa al comercio formal y es promovido por varias organizaciones sociales y ONG con el fin de establecer relaciones justas entre productores y consumidores, basadas en el respeto a la naturaleza y al ser humano. Destacó que en los últimos años, las grandes cadenas de supermercados se han abierto a productos no solo de EPS, sino de comercio justo y puntualizó que detrás de los artículos que se venden hay procesos de capacitación y seguimiento. (I)