Las proyecciones de crecimiento de la región del 1.4%, planteado en el mes de marzo por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), bajó al 1.1% como efecto de la baja del crecimiento de países más grandes como Argentina, Brasil y México. Así lo informó Eric Parrado, economista jefe del BID, quien presentó a la Asamblea de Gobernadores del BID y BID Invest, una actualización del Informe Macroeconómico de América Latina y el Caribe 2019, presentado en marzo último. En la disminución del crecimiento se conjuga los shocks externos relacionados con las tensiones comerciales como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, así como tensiones relacionadas a los precios de los commodities. Advirtió una eventual combinación de factores negativos y otros a la baja como los precios de las acciones "que cada vez caen más fuertemente a nivel global". Esto generaría una reducción de la tasa de crecimiento de América Latina en 2020. Recomienda a los países de la región continuar con las reformas económicas dirigidas a la consolidación fiscal y a las inversiones. Además, tener proyecciones políticas y económicas, relacionadas al sistema financiero, para mejorar la solvencia y liquidez de nuestros bancos. "Lo que uno espera es que existan consolidaciones fiscales, reformas que están haciendo los países como Ecuador", señaló. Se espera que el gasto sea sostenible en el tiempo y los niveles de deuda adecuados. Esos van a traer inversión privada y acceso a los mercados de capitales nacionales, lo que va a empujar el crecimiento a largo plazo. Destacó las reformas del Ecuador asociadas a los gastos fiscales, que han sido recomendadas por las distintas multilaterales. "Uno espera que después se consoliden en términos del impacto en el crecimiento económico y eso tiene una relación muy directa con el impacto que puede tener el empleo y los ingresos en la familia. (I)