Produbanco, Pichincha, Procredit, Bolivariano y Banco Pacífico ofrecen créditos verdes para financiar proyectos sostenibles, que den soluciones o que compensen el impacto ambiental. A nivel mundial este financiamiento se impulsa para apoyar los objetivos trazados por la comunidad internacional, reflejados en el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En 2016, la banca privada ecuatoriana firmó un acuerdo voluntario denominado “El protocolo de finanzas sostenibles de Ecuador”. Con ello se creó el Comité de Finanzas Sostenible de Ecuador, que promueve productos financieros verdes. El apoyo de organismos multilaterales, como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), ha permitido que el sector financiero movilice estos recursos. Según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), desde 2016 Produbanco ha desembolsado en este tipo de producto $ 142 millones. Procredit más de $ 72 millones (desde 2012). Banco Pichincha empezó en 2018 y a la fecha ha colocado $ 150 millones. Empresas beneficiadas Los requisitos y condiciones para acceder a este financiamiento son los mismos de un crédito tradicional, pero a estos se le agregan los permisos y licencias ambientales. La empresa La Holandesa, en Quito, recibió $ 1,9 millones del crédito Líneas Verdes en Produbanco. Álex Escudero, gerente comercial, cuenta que para obtenerlo fue necesario focalizar el proyecto en la protección y conservación del medio ambiente, uso eficiente del consumo de energía y de recursos naturales renovables. También reducción de residuos, acciones para promover el reciclaje, entre otros. La empresa tuvo dos razones para optar por este tipo de crédito. La primera por implementar el proyecto amigable con el medio ambiente y la segunda porque la tasa de interés era “un 1% más baja”. Según Asobanca, las tasas de interés responden a los segmentos fijados por la Superintendencia de Bancos. Los rangos se diferencian por el segmento del cliente que puede ser corporativo, empresarial, pyme o microcrédito. Huella Verde es una empresa creada con el fin de dar una solución a la basura en patios de comidas. Produbanco le confirió un financiamiento de $ 20.000 para abrir operación en un nuevo centro comercial. La solución que se ofrece para los desechos es dotar a los restaurantes de vajilla reusable. “Evitamos que miles de desechos plásticos vayan diariamente a la basura y contaminen el medio ambiente”, indica Andrea Garzón, gerente de la compañía. En promedio cada mes el proyecto evita que 265.000 desechos vayan a la basura, recuperan 5.580 kg de residuos orgánicos y 142 fundas de reciclables. Se ejecuta en el Paseo San Francisco en Quito y en el Mall de los Andes, en Ambato. Otro caso es el crédito que Banco Pichincha otorgó al proyecto Retamo Parc Apartamentos, en Quito. Un crédito de $2’350.000,00, a una tasa de interés de 11,23%, a un año plazo. Augusto Gortaire, gerente de proyecto, cuenta que su propuesta tiende a la inclusión de áreas verdes filtrantes, grifos y artefactos de bajo consumo y mayor eficiencia. También cuentan con inodoros de dobles descargas, gestión de encendido de la iluminación con temporizadores y sensores de luz solar. “El compromiso con el medio ambiente fue la base para conseguir el financiamiento”, asegura. La banca privada ha crecido en la promoción de líneas de créditos verdes, no obstante para continuar la Asobanca recomienda que el sector privado esté alineado con la responsabilidad que tiene con el desarrollo sostenible. La asociación considera que es necesario invertir más en infraestructuras, tecnologías y procesos sostenibles, así como actividades que fomenten la sostenibilidad con inversión a largo plazo. (I)