El aeropuerto Seymour de las Islas Galápagos recibió una certificación de Carbono Neutro, lo que lo convierte en la primera terminal aérea en América Latina y el Caribe con este reconocimiento. La certificación fue otorgada por el Consejo Internacional de Aeropuertos en diciembre de 2017. Jorge Rosillo, gerente general de Ecogal, concesionaria responsable de la administración de dicho aeropuerto, explicó que la certificación Carbono Neutro significa que se ha reducido notablemente la emisión de dióxido de carbono con optimización de recursos. “Es un hito importante, porque la terminal fue construida con normas sustentables y que opera con el consumo mínimo de energía”, manifestó Rosillo ayer durante un recorrido por las instalaciones aeroportuarias con representantes de los medios de comunicación. También comentó que la certificación sirve de ejemplo para otros aeródromos alrededor del mundo. “Aeropuertos de Nueva Zelanda, Australia y Chile nos están consultando sobre cómo logramos la certificación y los procesos para hacerlo”, dijo. Este reconocimiento se suma al Leed Gold (Leadership Energy And Environmental Design) que consiguió la terminal aérea en 2014, como aeropuerto ecológico. Esto se logró después de una inversión de $ 24 millones en su reconstrucción. “Desde que iniciamos los trabajos hemos reducido progresivamente hasta en un 40% la emisión de dióxido de carbono”, informó Rosillo. Uno de los mecanismos adoptados para que el impacto ambiental de este aeropuerto no sea tan alto es el uso de la brisa natural con lucarnas o ventoleras y techos altos que permiten la circulación del aire en una temperatura templada en el interior de las instalaciones. De esta manera se evita la utilización de sistemas de aire acondicionado. Todo se construyó con materiales como caña guadúa; el piso se realizó sobre la base de lava volcánica. Cuenta también con patios internos para el mantenimiento de la naturaleza. También posee un moderno parque eólico y paneles solares que producen energía el 70% y 30% respectivamente. (I)