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Trabajar sin ir a la oficina es posible por las bondades de la tecnología

Trabajar sin ir a la oficina es posible por las bondades de la tecnología
Foto: Internet
01 de mayo de 2018 - 00:00 - Gerónimo Altamirano

María Angélica Pozo es operadora de una compañía de atención a clientes que está satisfecha con su trabajo. No tiene que levantarse “tempranito” para ponerse el uniforme, desayunar apresuradamente y correr para tomar el autobús.

Trabaja en la sala de su casa. Esto le ha permitido estar pendiente de su madre octogenaria y además, recuperarse de las lesiones que le dejó un accidente de tránsito que le dificulta caminar con normalidad.

Patricio Jaramillo, dedicado a la venta de productos de tecnología, trabaja desde casa 2 veces por semana desde hace 1 año y eso le permite estar más cerca de su esposa, quien también realiza las actividades laborales en el hogar.

Estos casos son posibles gracias al teletrabajo, una modalidad laboral que consiste en realizar sus actividades en un lugar distinto al del empleador, es decir, fuera de la oficina, planta o empresa.

El teletrabajo tuvo sus inicios en Estados Unidos, durante la crisis del petróleo en la década del setenta, cuando el físico Jack Nilles idealizó un esquema de optimización de recursos no renovables bajo el nombre de telecommuting, aunque no se masificó porque la tecnología de aquel entonces no estaba tan desarrollada.

Y es que los avances tecnológicos han permitido que esta modalidad cobre fuerza en varios países, especialmente por el probado incremento de la productividad en las empresas que lo ponen en marcha. Esto, sumado a los múltiples beneficios adicionales que trae como: costos de inversión empresarial más bajos, menor contaminación, reducción en complicaciones por control de horarios, mayor satisfacción de los empleados, mejor rendimiento, entorno laboral y convivencia entre trabajadores, mejoras en los plazos de entrega de los trabajos asignados y expansión empresarial.

Para que el teletrabajo funcione, según Jaime Guerrero, exministro de Telecomunicaciones, deben cumplirse 2 condiciones específicas: la primera es el uso exhaustivo de tecnología que hace dispensable la presencia física de un empleado en su puesto de trabajo, todos los días.

“El trabajador de hoy, tranquilamente, puede hacer su trabajo en casa gracias a los avances tecnológicos que existen en la actualidad. Desde casa se puede hacer una videoconferencia, mandar mails, usar las redes sociales, pasar audios e indicaciones por whatsapp por ejemplo. Su presencia se vuelve cada vez menos indispensable en la oficina, contrario a lo que sucedía en el pasado”.

La segunda condición, explica el consultor y gerente de TLempleo.com, radica en el cambio organizacional de la empresa del mismo modo en que se trabaja para implementar una “norma ISO”.

Guerrero explica que varias empresas cometen el error de enviar a sus empleados a trabajar a la casa sin dotarle de las herramientas necesarias para que pueda desarrollar su labor con satisfacción y con las garantías a las que tiene derecho.

“Imaginemos que su jefe inmediato lo envía a trabajar a casa un día lunes porque no quiere que nada lo distraiga. Él le dice ‘véngase el viernes y me trae el informe’; usted se va, regresa el viernes y su jefe queda contentísimo con su trabajo, lo felicita. Luego, llega el Jefe de Recursos Humanos de la empresa (que generalmente está debidamente estructurada) y trae un visto bueno para usted, por haber faltado una semana sin autorización. ¿Qué pasó ahí? Que la organización no estuvo preparada para el teletrabajo o no sabían cómo ponerlo en práctica”.

Entrenamiento en marcha

El teletrabajo requiere una serie de entrenamientos en cada una de las partes involucradas. La más difícil es para la compañía que no se acostumbra a no ver a sus empleados detrás de un escritorio. “La empresa debe adaptarse a que un empleado no deba ser medido por el hecho de estar sentado detrás de un escritorio, sino por la función que cumple y los resultados que este da para la empresa”.

Una vez superada esta etapa hay que entrenar a los jefes inmediatos porque “en ocasiones”, el teletrabajo puede ocasionar celos profesionales o laborales. “Muchos de los casos de deserción se dan porque algunos jefes sienten celos de no haber sido ellos los escogidos para teletrabajar sino su inmediato inferior”.

“Se han dado casos en que el teletrabajador necesita algo y al solicitarle una información a su jefe, este se la niega o le pone trabas. Cuando usted teletrabaja no tiene acceso a las cosas que hay en la oficina. Los jefes no los ayudan, los hacen ir a la empresa para que luego se vayan. Estos tipos de jefe no están entrenados, no comprenden el mundo de hoy ni saben dirigir”.

A continuación desglosaremos los aspectos más importantes del teletrabajo.

Escenarios

01 Entrenamiento a los jefes inmediatos y a los familiares

Para teletrabajar, los jefes deben conocer cuáles son las ventajas que traerá esta modalidad a la empresa. Existen empresas que reconocen los logros de sus equipos o áreas, ya sea con bonos o ciertos privilegios que, no necesariamente tienen que ser económicos. “Nuevos implementos tecnológicos para su área o aumentar la cuota de Internet podrían ser una opción, todo dependerá de las necesidades del área y de la empresa”, señala Consuelo Jiménez, especialista en clima laboral.

La familia del teletrabajador debe tener claro que su presencia en el hogar no significa que está de vacaciones y, por lo tanto, hay que darle ciertas facilidades para que pueda trabajar con normalidad. “En el otro extremo, hay teletrabajadores que adoptan una actitud de negación y hostil con sus familiares para que estos los ignoren, no hagan el más mínimo ruido o no quieren que los tomen en cuenta ni siquiera para comer. Aquí el teletrabajador estaría invadiendo la convivencia normal de su familia y obligándola a cambiar sus hábitos por las funciones particulares que necesita para desarrollar sus actividades profesionales. Esto además infringe parte de la esencia del teletrabajo que, entre sus bondades tiene una mayor presencia de un empleado en su hogar”, explica Jaime Guerrero. 

02 El teletrabajo trae múltiples beneficios para los empleados 

Las personas que se sienten contentas con su trabajo son las más fieles, leales y proactivas. Para lograr esos niveles, hay varias opciones y estrategias, y el teletrabajo es una de ellas. Está comprobado que las personas que laboran bajo esta modalidad tienen una vida más saludable y tranquila. “El tiempo es uno de los mayores beneficios del teletrabajo porque laborar desde casa nos brinda flexibilidad en el horario; por ejemplo, ya no gastaríamos esa hora que nos demoramos en el tráfico para ir a la oficina y la otra que nos toma de regreso a casa”, sostiene Guerrero.

Otro de los aspectos que brinda esta modalidad es la comodidad, ya que al trabajar en casa, el empleado podría estar con ropa más cómoda y tal vez en su silla favorita. ”Por ejemplo, dejaría de usar terno esos días y pasaría en jeans, lo cual es más cómodo. Además, no gastaría tanto dinero o tiempo en mandar a lavar el terno o el uniforme. Estos detalles parecen simples, pero al final representan mucho”.

La reducción del estrés laboral es primordial en este esquema. “En casa nos sentimos en nuestro entorno, hay más confianza y trabajamos mejor. Imaginemos que eres madre soltera, entonces trabajar en casa te permite estar más tiempo con tus hijos y atenderlos. A veces no se trabaja bien cuando se está pensando qué ocurrirá en casa”, agrega.

03 Esta modalidad laboral no es para todos los empleados de la empresa

Aunque el teletrabajo es una opción a la que todos pueden acceder, hay limitantes. Guerrero asegura que un chofer, un operador de maquinaria o un guardia de seguridad, por ejemplo, no serían tomados en cuenta para formar parte del programa. “Las personas que llevan contabilidad, digitalizadores, personas de call center, redactores, entre otros, pueden hacer un trabajo óptimo sin necesidad de estar en la oficina”, establece el consultor.

Señala que el grupo objetivo del teletrabajo son madres en periodo de lactancia, mujeres embarazadas, personas con discapacidad o enfermedades catastróficas y adultos mayores. “Se debe priorizar a madres con niños pequeños o a quienes tengan adultos que necesitan cuidados, incluso personas que tienen que desplazarse grandes distancias para ir al trabajo. Todo depende de la naturaleza de la empresa o compañía”. Guerrero,  además, enfatiza que se debe estudiar el perfil del teletrabajador porque puede ser que una persona que sea incluida en este programa y que tenga problemas familiares; posiblemente no rinda laboralmente en su casa porque “para él o ella, su oficina podría ser su momento de escape a la situación personal que atraviesa en el hogar, o habrá quien se sienta encerrado todo el tiempo en casa y realmente disfrute del contacto con sus compañeros”. 

04 Dejar claras las obligaciones y responsabilidades de las partes

Existen 2 acuerdos ministeriales para el teletrabajo en Ecuador. Las empresas privadas deberán revisar las disposiciones en el Acuerdo Ministerial N°. MDT-2016-00190, mientras que las públicas, en el registro N°. MDT-2017-0090.

“También se debe dejar en claro (por escrito) cuáles son las obligaciones de la persona que está teletrabajando, quien además, gozará de todos los beneficios como si estuviera yendo a la empresa ya sean estos vacaciones, seguro social, tiempo para almorzar, etc.”.

Además, el teletrabajador debe cumplir “al pie de la letra” todas sus obligaciones y podrá ser evaluada por “los resultados finales, parciales o los plazos que su patrono estipule, debidamente escrito y asentado en el Ministerio”. 

Como la flexibilidad es una de las ventajas del programa, Guerrero considera que si un empleado hace sus labores en 3 horas, aquellas que le tomaban 8 en una oficina, debe ser evaluada por los resultados, mas no por estar “sentado 8 horas frente un computador, aunque habrá casos en los que sí se requiera esta dinámica”.

También es importante saber que el teletrabajo es opcional. “No podemos obligar a la empresa al teletrabajo, ni que ellos lo incluyan obligadamente”. Además, no existe una cuota de teletrabajo que deba cumplir la empresa, como sí lo hay para  incorporar a personas con discapacidad.

05 Los beneficios del teletrabajo alcanzan la responsabilidad social

Con el teletrabajo se disminuyen las horas de viaje de los empleados y, por ende, las emisiones de gases, lo cual contribuye al cuidado ambiental.

En Ecuador trabaja el 0,2% de la Población Económicamente Activa (PEA) y “solo con que se deje de trabajar 2 días a la semanas el 1%, en Quito, dejarían de circular 26.100 vehículos, mientras que en Guayaquil 30 mil vehículos por semana”, explica Jaime Guerrero, de TLempleo.com.

Por ello que ve necesaria una política de Estado sobre esta modalidad, como existe en otras naciones, donde la experiencia ha dado resultados favorables. “Portugal es uno de los países que más éxito ha tenido en los últimos años, y, en Latinoamérica, Brasil también es un buen ejemplo. Colombia tiene una política al respecto y en Costa Rica, el gobierno se propuso reducir el impacto ambiental y fomentar una fuerza laboral proactiva y familias más cercanas”. 

Guerrero lamenta que en el país no existe una política establecida sobre esta modalidad, ni la “debida promoción” de los beneficios que conlleva. “Muchas empresas lamentablemente no saben de qué se trata y sin una política pública, con estímulos como exenciones tributarias o fiscal, entre otras, el teletrabajo será incipiente y no tendrá mayor acogida, a pesar de que está normado”. (I

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Camila Moreno Rodríguez es Gerente de Relaciones Públicas y Responsabilidad Social Empresarial desde hace un año. Es responsable de establecer la estrategia de reputación corporativa y pensamiento estratégico de la marca frente a sus stakeholders internos y externos. La experta se graduó en Administración de Empresa y en Mercadeo, con especialización en Publicidad, en la Universidad San Francisco de Quito y realizó estudios en la Universidad de Virginia.

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