Abran paso
‘La Casa Rosada’ es la apuesta de Lucía Fernández por el turismo en Manta
En pleno casco colonial, ubicada sobre el malecón de Manta está Casa Rosada. Esta edificación que data desde 1918 fue rehabilitada por la empresaria Lucía Fernández.
En el último semestre de 2017, el inmueble volvió a lucir sus mejores galas. Pasó de ser una vivienda en franco deterioro a una pieza fastuosa que aportó con alto valor agregado a la ciudad.
El propósito de Fernández al invertir en recuperar Casa Rosada fue devolverle a Manta parte del esplendor colonial y además fomentar el impulso hacia diversificar la prestación de servicios para el turismo.
Manta es una marca a escala nacional y con proyección internacional, por ello había que vender sus potencialidades; el mar, la belleza natural de su ensenada y sobre todo la vida nocturna que la asemeja a esas ciudades altamente coloniales de Europa, reseña Fernández.
Por ello Casa Rosada, se convierte en el negocio que además apuntala en la difusión de la gastronomía manabita. En las cuatro plantas de la restaurada edificación funcionan tres restaurantes. En el primer piso está Toquilla donde se ofrece comida criolla que es elaborada por chefs. Los alimentos son cocinados en horno de leña y en ollas de barro, el menú es amplio y diversificado con platos de la gastronomía ancestral manabita.
En el segundo piso se puede acceder a comida gourmet. Es para los paladares selectos. Especialmente ejecutivos que llegan a la ciudad de visita o de paso. El tercer piso se destinó para salones de reuniones. Hay empresarios que llegan a cerrar negocios en el puerto manabita y necesitan privacidad, servicio de alimentos y bebidas.
En la terraza se adecuó Ruftu, un restaurante donde en el día se ofrecen platos en base de mariscos y en la noche, piqueos.
Desde el lugar se tiene una vista panorámica de la ensenada de Manta y buena parte de la infraestructura colonial de la ciudad que aún se conserva en buen estado.
Fernández proviene de una familia que siempre le apostó a los negocios como una forma de vida. Cuenta que creció ayudando a sus padres cuando tenían un hotel y un restaurante en plena zona comercial del puerto manabita.
“Otros parientes se dedicaban a diversas actividades económicas, por ello me desarrollé dentro de un contexto familiar de mucha creatividad, lo nuestro fue siempre trabajar”, afirma. Para Fernández, no fue tan difícil darle una pausa al negocio atunero en el cual estuvo inmersa desde que formó su hogar.
Muchas personas me dicen que con lo que invertí en rehabilitar Casa Rosada tranquilamente podría haber emprendido en otro negocio, pero mi propósito era darle a Manta el plus que en turismo se necesitaba, al rescatar esta pieza de la arquitectura colonial, afirma.
En Casa Rosada labora más de 50 personas entre chefs, meseros, ayudantes de cocina, expertos en la elaboración de bebidas y personal de seguridad. Uno de los objetivos primarios del modelo de negocios de Casa Rosada fue atraer al turismo extranjero y ejecutivo.
ALGO MÁS
Los turistas de crucero
El modelo de negocio apunta a los visitantes que llegan en trasatlánticos.
El modelo europeo
Los cruceristas destacan la arquitectura de Casa Rosada y resaltan los detalles.
Llegan a desayunar
La agenda de los cruceristas los lleva a desayunar en las instalaciones del inmueble patrimonial, gustan de bolones.
Primera planta
Es la concentración de los turistas extranjeros, y buscan los bocaditos criollos, que es una de las especialidades.
Los mariscos
Los encuentra en la terraza, hay ascensor para su movilización. (I)
Datos
$ 3,5 millones demandó la restauración de este inmueble para uso turístico de Manta.
20 mil turistas llegan en cruceros a Manta y son parte fundamental para del negocio.
1918 es el año que fue construido este inmueble patrimonial, hoy ícono turístico de Manta.