Con respecto a la publicación del martes 26 de noviembre de 2013, titulada ‘El SIC Guayas, señalado como la sede de torturas de detenidos’, Jaime Baquerizo Yela, exmilitante de Alfaro Vive Carajo (AVC), manifestó que durante su encierro no reveló las identidades de otros miembros de la organización, como lo relató César Antonio Pincay Morán, también AVC retirado.

Pincay Morán aseguró que fue aprehendido el 19 de mayo de 1987, en el interior de su vivienda, en el Guasmo Norte, en Guayaquil, por la supuesta implicación en el robo a una agencia del Banco de Guayaquil, ocurrido en diciembre de 1986.

Pincay dijo que, en el transcurso de las investigaciones, primero estuvo detenido Jaime Baquerizo, de 19 años en esa época, y que al parecer, por la tortura infligida, el joven dio nombres y direcciones, entre los que estaban él y su conviviente.

Baquerizo Yela hizo énfasis en que en ningún momento, pese a que fue torturado, reveló nombres o direcciones de compañeros de AVC, como aseguró Pincay Morán.

“Tengo que dejar bien en claro que uno de los hechos más gloriosos de mi vida es haber pertenecido a AVC, el haber sido torturado y decir que, gracias a mí, nadie fue detenido ni en el momento de mi captura ni después de ella. Como él (Pincay Morán) mismo dice, la organización se caracterizaba por utilizar la compartimentación en la seguridad, por lo que durante una tortura hay dos formas de proporcionar información valiosa: la una es saber la información y no decirla, y la otra es simplemente no saberla. Lo que sí puedo decir, en torno a él y a su conviviente, es que no sabía absolutamente nada, ni nombres ni apellidos, peor direcciones”, manifestó.

Sobre las circunstancias de la aprehensión de Pincay Morán, Baquerizo Yela agregó que le sorprende que alguien mucho mayor que él y con más experiencia en la militancia revolucionaria (en ese entonces), fuera apresado por visitar a un familiar durante un festejo como el Día de la Madre, cuando una de las primeras cosas que se les instruía a los militantes era nunca ir ni al domicilio, ni a la tumba de un ser querido porque el ‘enemigo’ podía estar al acecho esperándolo.

Según Baquerizo Yela, las versiones de Pincay Morán sobre supuestas torturas o violaciones de los derechos humanos que se dieron en el calabozo llamado la ‘jaula de la venganza’ difieren de la realidad, puesto que Pincay Morán relató haber sido trasladado a la cárcel el 19 de mayo de 1987, pero el 13 de abril de 1987 los reclusos pasaron al régimen normal de detenidos, tras una huelga de hambre que duró 31 días.

“Hay que decir las cosas como son, la ‘jaula de la venganza’ fue creada exclusivamente para evitar que se fuguen los compañeros que fueron encarcelados por el caso del secuestro de Nahim Isaías, todos los que llegaban detenidos eran recluidos en ese calabozo especial, donde el régimen era guardia policial permanente en un calabozo de máximo 50 metros cuadrados, donde nos cortaban el agua, la energía eléctrica, no recibíamos sol, las visitas eran mermadas, no nos hacían llegar alimentos y debíamos cocinar en la misma celda desarmando las camas de madera. Nos trataban como prisioneros de guerra porque si los compañeros en la calle realizaban algún hecho se desquitaban con nosotros echándonos gas, nos hacían requisa, nos cogían de tiro al blanco, eso sin contar las garrotizas que nos daban”, narró Baquerizo Yela, quien agregó que el calabozo funcionó solo 14 meses y lograron salir después de la huelga que empezó con la firme decisión de dos reclusos y se fueron sumando todos. Baquerizo indicó que él solo participó 4 días en la medida de hecho, de los 4 meses que estuvo preso.

Asimismo, contradijo la versión en lo concerniente a la tortura llamada ‘guindada’, ya que Pincay Moran describió a un árbol en la parte posterior del Cuartel Modelo, cerca de las caballerizas, como el sitio donde aplicaban esa tortura, cuando Baquerizo aseguró que no había ningún árbol en esos predios y la guindada era aplicada desde una viga de hierro con cemento empotrado. “La verdad es revolucionaria y hay que decirla, cueste lo que cueste”, recalcó.

Baquerizo Yela contó que fue detenido en un operativo policial dentro de las investigaciones que se desarrollaban por el robo a una agencia del Banco de Guayaquil. Fue torturado durante 8 días en uno de los calabozos del Cuartel Modelo por agentes del viejo y conocido SIC del Guayas. En las torturas, según relató, participó el subteniente de Policía Francisco De los Reyes y el capitán Jorge Obando, quien es el que firmó el parte informativo sobre la detención. Sobre los castigos -tanto físicos como psicológicos- de los que fue víctima, detalló que le pusieron electricidad en los testículos, le colocaron fundas con gas en la cabeza, le dieron golpes de puño y con un madero en forma de bate -llamado el ‘detector de mentiras’. También informó que a los pocos días de su detención fueron privadas de la libertad sus hermanas, asimismo, violentadas.

La Comisión de la Verdad actualmente indaga los delitos de lesa humanidad y violación a los derechos humanos cometidos en el gobierno de León Febres-Cordero (1984-1988). 

El primer proceso judicial iniciado corresponde a las víctimas Luis Vaca y Susana Cajas. 

Baquerizo Yela expresó que está a la espera de la judicialización de su caso.