Senderos ecológicos, caminos rocosos, pajonales y hasta pequeños ríos harán  parte de los casi 130 km que los 500 ciclistas de montaña recorrerán en la novena edición de la Vuelta al Cotopaxi en la provincia del mismo nombre.

El trazado se dio a conocer ayer, pero ninguno de los competidores podrá hacer un reconocimiento previo.  La medida se tomó para no molestar a las comunas por las que atravesará esta edición. “Deseamos que exista el mínimo impacto ambiental y también de inconvenientes para los habitantes de esos lugares, ya que ellos nos han facilitado utilizar parte de sus terrenos como vías para la competencia”, contó Daniel Espinoza, mentalizador del evento.

La organización de la Vuelta al Cotopaxi Movistar Produbanco tiene preparada toda la  logística para las 250 parejas que intervendrán el próximo sábado y domingo.

Se contará con al menos 2 ambulancias y cada competidor tendrá una cobertura de seguro médico para remediar los raspones o heridas que puedan presentarse en el recorrido. Según la organización, los problemas más frecuentes de salud son la hipotermia y raspones.

El viernes 15 todos los inscritos deben entregar las carpas e implementos que utilizarán para acampar tras la primera jornada de competencia en el sector de Barranca, cercano al río Alaquez.

Además, se exigió a cada participante que lleve sus propios utensilios para la alimentación que proporciona la organización. “No queremos que exista contaminación de esos lugares -que son prácticamente una reserva ecológica- con objetos desechables que generen basura”, comentó Espinoza.

Existen cinco categorías para los participantes: parejas solo de hombres, solo de mujeres, mixta, máster que sume entre los dos integrantes 80 o más años; y la súper máster en la que  la suma de los dos supere el centenario  de vida.  

Completar el recorrido en pareja es parte de las exigencias de esta prueba, cuyo objetivo mayor es disfrutar de la naturaleza y compartir nuevas experiencias con cada uno de los demás competidores.

Ninguna de las parejas puede tener una diferencia mayor de un minuto entre ellos cuando arriben a los distintos puntos de control. Por eso se sugiere que transiten a un mismo ritmo. En caso de que en algún tramo exista en el equipo la diferencia de los 60 segundos, serán penalizados. En caso de reincidir la pareja, será separada de la competencia.

Los ciclistas necesitan llevar su carpa, indumentaria térmica e impermeable para soportar las exigencias del clima. “En ediciones anteriores hubo hasta nieve y eso hace más complicado el trayecto”, mencionó Martín Sáenz, quien participará por séptima ocasión en esta travesía y que el año pasado terminó en sexto lugar.

El primer tramo de recorrido será de 75 km, el sábado 16 de noviembre, y partirá desde el Pedregal a las 09:00. Acamparán en el sector de Barranca, cercano al río Alaquez. Ahí, a más del almuerzo y la cena, compartirán una amena noche que incluirá una fogata.

Al día siguiente saldrán de Alaquez, pasarán por Limpiapungo hasta arribar nuevamente al Pedregal. La mayoría de los participantes en esta novena edición son experimentados, por lo que su preparación es exigente para poder resistir entre 3 y 4 horas de recorrido; así como ascender sin problemas altitudes que llegan hasta los 4.000 msnm.

El punto más temido de los participantes está en  el sector del Morro, por lo irregular del terreno y sobre todo porque aquí se registra uno de los puntos más elevados.

Los ciclistas transportarán en sus mochilas bebidas hidratantes. Se calcula que cada participante ingiera alrededor de 4 litros durante toda la prueba. Es decir, un promedio de un litro por cada hora. Complementan la rehidratación con geles y suplementos vitamínicos.

Una experiencia fabulosa

Pese a que se encuentra afectada por la gripe, la cuencana Isabel Idrobo no piensa perderse la travesía que circunvala el volcán Cotopaxi. “No me he preparado de la mejor forma por lo que este año mi meta es disfrutar de la naturaleza y pasear en la bicicleta”, confiesa.

Es la tercera ocasión que Isabel interviene en esta prueba. El año anterior fue subcampeona en la categoría femenina, aunque reconoce no estar en condiciones para intentar al menos repetir la posición. “Llevo dos semanas con laringitis y eso me ha impedido entrenarme como desearía, pero como sea voy a participar porque es una carrera de las más bonitas que existe en el país”, comentó.

DATOS

Cada uno de los participantes canceló 148 dólares por inscripción.

Los competidores a más de alimentos y bebidas deben llevar herramientas y aros adicionales para solucionar problemas mecánicos de las bicicletas como pinchazos.

Los geles vitamínicos que la mayoría de competidores llevan, proporcionan la cantidad de energía requerida en menos tiempo que otro tipo de alimentos.

El punto de partida está señalado en el Pedregal, que colinda con la entrada norte al Parque Nacional Cotopaxi.

Los únicos, parte del campamento son los competidores. Los familiares solo pueden acompañar al punto de partida.