Eran las 11:10,  los 50  pedalistas de distintas edades  que llegaron a la Pista de Bicicross de La Concordia lucían su mallas impecables, exhibían esos mismos uniformes que  en  la temporada 2010-2011 mostraron sobre el podio en diversos torneos nacionales e internacionales.    

El lugar estaba lleno de ciclistas en la zona del partidor, no así en los graderíos, desde donde tan solo unos 50 padres de familia alentaban a sus hijos. Se trataba del evento Time Trial (contra reloj), que en esta oportunidad tuvo un plus, el de premiar al “Rey del Bicicross”.

Cerca de las 11:30 el  aire comprimido que baja la barra del partidor creó un sonido hueco,  señalando el inicio de la competencia.  El pequeño Marcelo Vásquez,  de 6 años, comenzó su recorrido. Luego de 1 minuto con 8 segundos llegó a la meta.

Al ser el primer participante marcó el primer mejor tiempo, hasta ese momento era el “rey” y por eso  se sentó en una silla, se puso una capa, luego una corona y degustó de manzanas picadas y uvas, tal cual fuera el miembro más importante de la realeza. Pero cuando su marca era bajada por un bicicrosista más rápido, el ex “rey” tenía que ceder el trono.  

Esa fue la tónica durante toda la mañana y parte de la tarde soleada que vivió Cuenca aquel sábado. Conforme se registraban los mejores tiempos por vuelta,  los nuevos reyes y reinas recibían el mismo trato que el brindado a Marcelo.

Las emociones crecieron  conforme participaban los pedalistas de las categorías mayores, pues, como era obvio, su mayor experiencia les brindaba mejores facultades para “romper” los tiempos y apoderarse por minutos del trono.

Pablo Espinoza salió del partidor de una manera “endemoniada”. El deportista que obtuvo la medalla de oro en los Juegos Sudamericanos disputados en Colombia pedaleó tan fuerte que el sonido de las “manzanas” de su bicicleta se escuchaba a gran distancia. El ímpetu de Espinoza  fue tal que  saltó un obstáculo doble, pero en el aire  perdió el control de la bicicleta, a tal punto que al caer al piso se llevó por delante al fotógrafo de El Telégrafo, Eduardo Méndez.

Brian Urgilés pedaleó fortísimo, aunque en los saltos dobles y triples fue más cauteloso y pegó su dorso a la bicicleta de tal modo que el viento no le jugara una mala pasada y lo hiciera perder el equilibrio.

El cronómetro se “frenó” en 37 segundos, 98 centésimas y el locutor de la jornada anunció que Brian era el ganador. Inmediatamente se colocó en la silla del rey, lució la capa y la corona, pero no para comer uvas y manzanas, sino para sonreírle a las cámaras. “Me siento contento de recibir este premio, porque eso me incentiva para continuar con mi preparación”, manifestó el “rey”.

Fue un día de contrastes. A las 18:30 esos mismos  pedalistas dejaron la vestimenta deportiva  que utilizaron en La Concordia para lucir trajes de gala en la premiación de la Comisión de Ciclismo del Azuay a los mejores de la temporada 2010-2011,  en el Salón  Ciudad de Cuenca.  Alfredo Campo  fue elegido como el más destacado del año, por  obtener  el Campeonato Mundial Junior en Dinamarca (30 de julio).

Alfredo, luciendo un terno negro y una sonrisa sencilla, levantó las manos en señal de agradecimiento. Con alguna dificultad -por lo pesada-  recibió la copa de 1,50 m.