Lo mejor hubiese sido que salga la bola. Total, era una jugada sin historia. A veces ser impetuoso no es bueno y aunque el volante Alex Bolaños tiene como principio pelear toda pelota hasta el final, esta vez ese pundonor le costó una grave lesión.

Podrían ser 4 o hasta 6 meses fuera de las canchas. La luxofractura del tobillo izquierdo requirió de cirugía, fue la primera vez en la carrera de Alex que una lesión lo lleva a la sala de operaciones.

La infortunada acción ocurrió al minuto 48 del partido en que su equipo, Deportivo Quito, derrotó 3-1 a El Nacional, el pasado viernes 15 de febrero. En ese instante el marcador era 2-0, una pelota por la banda izquierda estuvo por salir, para evitarlo, Alex se barrió, su pie izquierdo quedó clavado en el césped y el peso de su cuerpo le rompió el tobillo.

En los instantes siguientes padeció mucho dolor, pero con el tratamiento del cuerpo médico se calmó y relajó. El fin de semana estuvo con el pie enyesado, eso lo obligó a movilizarse apoyado en muletas. Así llegó ayer al Centro Médico del Ministerio del Deporte, donde tenía cita con Pablo Cisneros, galeno principal de Deportivo Quito.

A través de una radiografía en rayos X se determinó que era necesario operar. Al mediodía, Bolaños ingresó al quirófano de la Clínica Arthros. Durante la intervención Cisneros le colocó una placa con 6 tornillos (hecha con una aleación de titanio), reparó el ligamento interno y la capsula articular del tobillo.

Una luxación se produce cuando el hueso sale de su articulación y la fractura es la pérdida de la continuidad del hueso. La luxofractura se da cuando se combinan ambas afectaciones.

Ahora Bolaños (28 años) lo deja todo en manos de Dios. Su esposa, Jomayra Benítez, está pendiente de él, quiere consentirlo, mimarlo, ayudarlo en su recuperación. Quizás como nunca antes Alex tendrá tiempo para ver películas de acción, esas que tanto le gustan.