“Un campeón olímpico no se hace de la noche a la mañana”
El ministro del Deporte, José Francisco Cevallos, cumple hoy un año de gestión. Entre sus principales logros se cuenta haber llegado a un consenso con el titular del COE, Danilo Carrera, para que los deportistas clasificados a la cita de Londres 2012 desfilen y compitan cobijados bajo la bandera tricolor.
Pero luego de alcanzar esa meta, el funcionario tiene en mente un plan ambicioso: refundar el proyecto Ecuadeportes, pero con su marca personal. El ministro dialogó con El Telégrafo y adelantó las líneas básicas que seguirá este sistema.
¿En qué consistirá el Ecuadeportes?
En socializar con todos los organismos deportivos. Nos sentaremos a conversar y ver qué valores tenemos. Serán 100, 150, 200 deportistas de alto rendimiento, que están ahora para ir al nuevo ciclo olímpico y con miras al que sigue, los que serán parte del plan. Haremos esto para garantizarles su preparación, su participación, para que tengan buena implementación y un sueldo para mantener a su familia.
Es que la mayoría es responsable de otras personas. El fin es que puedan estar concentrados, viajando, entrenando... Siempre deben tener tranquilidad, sabiendo que el bienestar de sus hermanos, padres, esposa e hijos está garantizado con recursos. Deben solo preocuparse de tener una buena alimentación, de estar concentrados, alejados… El alto rendimiento exige eso, que estén practicando por todo el mundo. Eso lo vamos a asegurar.
Se considera que el atleta ecuatoriano es un súper deportista: entrena a doble jornada, estudia y trabaja, ¿se cambiará esto para que tenga un mejor rendimiento?
Es lo que queremos, por eso pensamos en el lado personal, en el lado humano, asignándoles en este proyecto un salario. Actualmente, a estos 86 becados (entre los que están clasificados a Londres y los que son proyección para la siguiente cita olímpica), se les han otorgado tres sueldos básicos para cada uno.
En este programa y en el que haremos después de estos JJ.OO., que es el Ecuadeportes, es importante que no trabajen, pero el estudio no puede quedar de lado.
Es conocida la frase que reza que la mayoría de las universidades es el cementerio de los deportistas, porque los horarios, en muchos casos, se hacen más en función de la disponibilidad de tiempo de los profesores. ¿Este plan abarcaría quizá un tipo de convenio con estos centros, para que ayuden a los atletas?
Estudiar es lo único que les vamos a exigir. Es difícil hacerlo cuando se hace alto rendimiento, pero existe la oportunidad de que lo hagan vía online, hoy en día el estudio se ha modernizado mucho.
Yo soy de la idea de que aprendan de esa forma y que, por ejemplo, ellos, estando en Inglaterra, se mantengan preparándose académica y físicamente a la vez, siguiendo un proceso que los lleve a conseguir una profesión al término de sus años como atletas. Eso lo estamos previendo con todos los organismos deportivos. Debe haber un trabajo en conjunto.
¿Este grupo será flexible o tendrá cambios en el camino?
Los que están becados no tienen que confiarse, deben tener un alto nivel técnico, si no, entrará otro. Es como una competencia. Si uno se diluye y cree que estará en el plan hasta ocho años más, no es así. Esta es una lucha diaria, tanto para el que es parte del plan como para el que no, pues este último aspira a conseguir esa beca, porque sabe que recibirá muchos beneficios.
Lo único que le vamos a exigir es que esté a una altura técnica idónea con proyección a tener una buena participación internacional y que estudie, porque tenemos la obligación de formar hombres y mujeres de bien, no solo campeones.
Esto, la regularización de las federaciones ecuatorianas por deporte, es el inicio, para luego tener este tipo de proyectos, con miras a futuras participaciones. El año pasado lo hicimos con los Juegos Panamericanos y este con miras a los JJ.OO.; se creó lo del grupo de los 86. El nuevo proyecto va a ser sustentado permanentemente, no va a ser solo por un año, tiene que ser un plan de 8 a 12 años inicialmente, y así hacer un seguimiento para poder ver resultados.
Un campeón olímpico no se hace de la noche a la mañana, es un proceso, como se hace ahora. Seledina Nieves, ¿cuántos años lleva en las pesas?, Alexandra (Escobar)..., Jorge David (Arroyo), que es más joven..., el mismo César De Césare en canotaje, Ítalo Perea en box, tantos deportistas que tienen un proceso. A eso apuntamos, a garantizar esa evolución.
¿Y al que quede fuera en el recorrido se lo hará totalmente a un lado?
Para firmar un proyecto uno no dice, por ejemplo, Alexandra Escobar va a ser campeona olímpica, si no lo es le quitamos todo. Si es que tenemos un presupuesto para 10 deportistas y uno ha bajado el nivel, si viene lesionado y no puede participar, se puede meter a otro, pero es verdad que también hay que preocuparnos del que sale, para que siga el camino de mejorar. Hay dos opciones: se hace el cambio de deportista o se incrementa el aporte económico. Todo es cuestión de organizarnos.
¿En el proyecto Ecuadeportes está previsto tener “scouters” (así como se hizo durante un tiempo en el fútbol, cuando Dussan Draskovic buscó en Esmeraldas, porque ahí está el biotipo para esa disciplina)?
Necesitamos de todo, dónde están los “scouters”: en las ligas cantonales. Ellos son los que van a decir: “Oiga, mire presidente de la Ecuatoriana, de tal lugar tengo aquí un talento”. Lo que nosotros queremos es armar una estructura total de los organismos deportivos y que todos trabajemos, que seamos escuchados, porque una Ecuatoriana no le presta atención a una liga cantonal, a una asociación, nunca se han reunido. Entonces apuntamos a que por la gestión del Ministerio dialoguen las ligas cantonales con los presidentes de la Ecuatorianas, con las federaciones provinciales. Esos son los cazatalentos.
Hay ciertos deportes de los que ya se sabe dónde está la meca, por ejemplo, en Azuay se conoce que hay buenos atletas, marchistas, nadadores, fondistas..., ¿la escuela de alto rendimiento para esas disciplinas estará ahí, como una de fútbol en Esmeraldas?
Esa es la idea.
Se habla de la entrega de muchos implementos, pero hay que saber qué se asigna y a quién. No se van a mandar bates a la Amazonía o a Esmeraldas, porque allí se podrían hacer arcos para fútbol...
No es de dar por dar, hay que valerse de un criterio técnico. Así queremos aspirar a trabajar, para saber en qué provincia están los talentos de tal o cual disciplina deportiva. Esporádicamente podrá salir de otra uno inesperado, suele suceder.
Ellos van a estar la mitad del año en Ecuador, pero la otra participando, compitiendo y entrenándose fuera. ¿Dónde queda la potencia en pesas? En Cuba. Entonces los mandaremos allá. ¿Dónde la de ciclismo? En Italia. Los enviaremos a ese país. Así debemos proceder.