El hombre que celebró efusivamente desde la banca de Barcelona el tanto que anotó  Matías Oyola  al Manta, en los minutos finales del partido, en el  Monumental, es el preparador físico del equipo “torero”, Carlos Sánchez, quien admitió que siempre ha sido así: un profesional que se  “mete mucho” en los encuentros.

“Fue una situación especial, porque actuamos ante  un equipo que nunca quiso jugar al fútbol, que vino a cerrarse los 90 minutos. Por eso nos parecía injusto que, con la cantidad de situaciones claras creadas, nos quedáramos solamente con un punto... Es esa tensión que uno guarda en el banco y la libera cuando se festeja. Fue eufórico”, reconoció el entrenador argentino.

Sánchez cuenta con una amplia experiencia en su carrera, ya que ha trabajado siempre en equipos de primera categoría en su país: Platense, Defensores de Belgrano, Arsenal, Quilmes y en Lanús, donde trabajó durante nueve años y fue en ese tiempo cuando conoció a su actual “jefe”, Luis Zubeldía.

Para el PF “canario” trabajar con el “Príncipe” es gratificante, porque lo conoce desde la época en que era jugador y considera que no ha cambiado al ser ahora un estratega, pues  el fútbol es su pasión y considera un placer laborar con su amigo.

“Cuando se retiró del fútbol (Luis) trabajó en la coordinación de las formativas de Lanús y luego lo incorporaron al cuerpo técnico; allí fue cuando empezó a  trabajar conmigo; después  formó parte del equipo de técnico de primera como ayudante de campo y después de la gestión de Ramón Cabrero (2005-2008), Luis se inició como DT; desde ahí seguimos como dupla en el banco”, contó.

Es así como arribó  a Ecuador de la mano de Zubeldía y al llegar encontró un buen rendimiento físico del plantel. “El plantel es fuerte y está  por encima de la media de cualquier otro equipo de Argentina”, opinó.

Manifestó que no tuvo problemas al exigir cargas de trabajo a los jugadores,  ya que todos toleraron los ejercicios encomendados. Además, también destacó que los futbolistas son muy disciplinados,  pues, aunque el entrenamiento por lo regular comienza a las 08:00, ellos llegan una hora antes.

“Tomamos a un equipo con ganas de triunfar y los resultados nos están acompañando. Pudimos jugarle a la Liga de  Quito de igual a igual. Siempre tratamos de recuperar rápido a los jugadores cuando hay tres partidos por semana, pero sobre todo el cariño de la hinchada es lo mejor, el empuje anímico a veces sobresale más que el físico y táctico”, agregó.

Sobre los trabajos que ejecutará junto a su compañero en la preparación física, Lucas Ezequiel, indicó que no variarán mucho de lo que vienen desarrollando durante las semanas previas a un partido.

Tratarán de recuperar a los jugadores “golpeados”, durante los diez días de descanso del campeonato nacional por ser fechas FIFA.

Desde hoy hasta el sábado entrenarán solo por la mañana y el domingo tendrán libre. “El objetivo es nivelar al grupo, el único jugador que está trabajando diferente es Hólguer Matamoros, quien padece  una  contractura en el isquiotibial”, dijo.

Además, se refirió al peso de Luis Caicedo y Rorys Aragon,  quienes se sometieron a una dieta para llegar a su medida ideal. “Hacemos estudios de composición corporal, que son los que miden el porcentaje de grasa, la masa muscular y estructura ósea. A través de un software, que sirve específicamente para esas cosas, se puede determinar el peso ideal de un sujeto o de un jugador”, explicó.

Carlos afirmó que ambos futbolistas han seguido estrictamente la dieta y que en poco tiempo la grasa se convertirá en masa muscular, indicó que ya hubo cambios.

Por otra parte, el PF confesó que es amante de la lectura oriental. Ahora está leyendo el libro “Jesús, el iluminado”, que trata sobre el hinduismo.

Además, dijo que es una persona  muy detallista y recuerda las cosas con facilidad, por lo que le es fácil  reconocer distintos sitios de la ciudad. “Aquí he encontrado gente cálida, servicial  y apasionada. Eso me hace sentir a gusto”, expresó.