“Tite” prefiere regresarse a Sao Paulo con una derrota de 2-1 que con un empate a cero
“Vamos dispuestos a presionar”, indicó el adiestrador Adenor Bachi “Tite”, cuyo equipo, el Corinthians, arribó ayer (13:37) a Guayaquil, para medir mañana (19:50) a Emelec en el Capwell, por el duelo de ida de los octavos de final de la Libertadores.
El técnico indicó a sus jugadores que se esfuercen por marcar, pues el gol tiene doble valor si se lo consigue en calidad de visitante. “Un gol fuera de casa es muy importante. Prefiero volver a Sao Paulo después de perder 2-1 que con un empate a cero”.
En el embarque hacia Ecuador, los dirigentes del Corinthians fueron sorprendidos por una traba burocrática que no permitió que el jugador Marquinhos subiera al avión. El defensa tiene 17 años, aún no es mayor de edad y necesitaba un permiso de sus padres para poder salir.
No lo tenía y las autoridades aeroportuarias no permitieron su embarque, que quedó previsto para la tarde de ayer. El asunto preocupó a “Tite”, quien no podrá contar con los defensas Paulo André y Wallace, ambos lesionados, y si Marquinhos no llega a tiempo deberá jugar contra Emelec sin suplentes para los centrales Chicão y Leandro Castán.