Stracqualursi: “Este presente se lo debo a mi padre”
Denis Stracqualursi no dio tiempo a los relatores ecuatorianos a que se acostumbraran a su apellido de origen tano (italiano), difícil de pronunciar con sus ocho consonantes y cinco vocales. Porque al primer partido en Emelec, el delantero argentino que llegó por la salida de Marlon De Jesús metió goles por duplicado.
Y de esos que se gritan hasta dejar la garganta sin voz, porque fueron nada menos que contra el Barcelona, para el triunfo 2-0 en el clásico.
Al final, sus diez festejos en 16 partidos de la segunda fase de 2013 lo convirtieron en simplemente ‘Traca’ para los dueños del micrófono. Y esos tantos fueron claves para que el ‘Bombillo’ festejara el campeonato después de 11 años.
“Se vivió de una manera muy grande, sobre todo en los hinchas y en las calles de Guayaquil. En lo personal, llegar a un club grande, que hacía tiempo que no salía campeón, y poder lograrlo, fue lindo”, cuenta el delantero, ex-Gimnasia La Plata, Tigre, Everton de Inglaterra y San Lorenzo, mientras termina de posar para la foto dentro de un arco en el que, aún agachado, debe hacer malabares para acomodar su 1,90 metros de altura.
“No vas a poner que achico el arco, ¿no?”, bromea Stracqualusri de 26 años, acompañado de una carcajada.
¿Cómo fue su adaptación al fútbol ecuatoriano en su primera experiencia?
Tuve la suerte de llegar, convertir goles, adaptarme rápido.Lo más importante en un delantero es el gol. Podemos jugar bien, pero siempre se nos va a exigir hacer goles. Fue una presión linda.
Me ayudó también la gran cantidad de argentinos que había en el equipo (Dreer, Klimowicz, Nasuti y Mondaini), así como el mismo cuerpo técnico. Mi estadía hasta ahora fue linda.
¿Se encontró con un fútbol diferente al que estaba acostumbrado?
Sí, es un fútbol fuerte, con menos ritmo que el argentino, pero con mucho roce físico. Nunca había jugado en la altura, por ejemplo.
Tuve que acostumbrarme, pero creo que la adaptación fue rápida, por lo que dije antes, y pude aportar lo mío.
Y la vida en Ecuador, rodeada de argentinos, ¿cómo la lleva?
Bien, clima lindo, tropical, y ayudó mucho que haya argentinos. La pasamos mucho tiempo juntos y es linda la estadía.
¿Usted hace los asados o es el que lleva la carne?
No, no, yo voy a comer nomás, ja, ja. Los demás cocinan.
En esta pretemporada los argentinos juegan de local.
Sí. Es el trabajo que sirve para prepararse para el semestre, en el que tenemos Libertadores y campeonato local. Va a ser un semestre movidito y hay que meterle duro en estos días.
¿Hay alguna prioridad?
A nosotros nos quedó el año pasado lo de la Copa Sudamericana, la espina de quedar eliminados rápido por circunstancias personales, no futbolísticas. Así que trataremos de llegar a lo máximo en la Copa Libertadores y no descuidar el torneo: somos los últimos campeones, y hay que mantener el nivel conseguido.
¿Hicieron una evaluación de los rivales de la Copa Libertadores?
La evaluación está de más... En la Copa Libertadores todos los equipos son buenos, son de jerarquía.
Nos tocó una zona bastante complicada, pero sabemos que para llegar lejos hay que hacer las cosas bien, sacar la mayor cantidad de puntos de local y después quedará en manos de Gustavo (Quinteros) analizar los equipos y preparar los partidos.
Luis Escalada, rival en Manta, ahora es su compañero. ¿Cómo lo describirías?
Es un jugador muy importante, con una trayectoria. Ojalá que venga bien, que aporte todo lo que tiene, que nos va a ayudar después de una salida importante como fue la de Enner (Valencia).
Esperemos que sea un jugador muy importante para nosotros.
Ahora que fuiste campeón. ¿De quién te acuerdas?
De mi viejo Roberto. Yo era vago, dejé la escuela. En Rafaela vivía en un barrio bastante jodido, hacía changas (trabajos temporarios) con mi tío, estaba con los pibes del barrio en la esquina.
Estuve a punto de tomar un camino equivocado. Y este presente se lo debo a él.
Él me metió una cachetada cuando quise dejar el fútbol. Tenía 19 años... Yo nunca bajé los brazos pero él tenía más ganas que yo de que fuera futbolista. Y acá estoy.
Simplemente Traca.
Emelec venció a Vélez y jugará final de la SUAT
Emelec venció ayer a Vélez Sarsfield mediante tiros desde el punto penal y jugará con Danubio la final de la Copa Suat, que se desarrolla en Uruguay. El conjunto ‘eléctrico’ igualó 3-3 con los argentinos durante los 90 minutos reglamentarios.
Emelec dominó el primer tiempo y eso se reflejó en el marcador. Al minuto 6 Miller Bolaños puso la primera, y al 23 Nasutti incrementó la cifra azul. Los de Vélez anotaron en el minuto 43 con Haberkorn. Jorge Correa igualó para los argentinos, pero Stracqualursi puso arriba una vez más a los azules. Al minuto 53, Canteros selló el empate y mandó a los penales, que terminaron 6-5.