El español Rafael Nadal, primer cabeza de serie del Abierto de Australia, derrotó al suizo Roger Federer en tres sets, por 7-6 (7/4), 6-3, 6-3, ayer en Melbourne, y jugará su tercera final del torneo.

Nadal intentará conquistar su decimocuarto título de Grand Slam, el segundo en Australia tras el logrado en 2009, mañana frente a otro suizo, Stanislas Wawrinka, que logró derrotar al checo Tomás Berdych en cuatro sets 6-3, 6-7 (1/7), 7-6 (7/3), 7-6 (7/4), el jueves pasado, en la otra semifinal.

El español de 27 años parte como gran favorito en la final ante un Wawrinka al que ha derrotado en las doce ocasiones en que se han enfrentado. “Todavía me queda un rival muy peligroso. Stan (Wawrinka) juega muy bien y abordará esta final con confianza”, señaló Nadal, sin querer caer en triunfalismos.

El mallorquín solo encontró resistencia en Federer en el primer set, que ganó en el tie-break. En la segunda manga rompió el servicio del suizo en el sexto y en el noveno juego. En el tercer set, ambos jugadores se quebraron el servicio en los primeros juegos, pero Nadal reaccionó y volvió a romper el saque de Federer en dos ocasiones más, para cerrar de forma cómoda el partido, en 2 horas y 24 minutos.

Federer, que realizó más aces (8 contra 3) y más golpes ganadores (34 frente a 24) fue víctima de los errores no forzados, ya que cometió el doble que el español (50 y 25).

En caso de lograr su decimocuarto título del Grand Slam, Nadal igualaría la marca del estadounidense Pete Sampras y se acercaría al récord de Federer (17). Esta será la decimonovena final de Grand Slam del español, que todavía está lejos de Federer (24).

Si logra la victoria, el mallorquín se convertirá en el tercer jugador de la historia, tras los australianos Roy Emerson y Rod Laver, en ganar al menos dos veces los cuatro títulos de Grand Slam.