La embarcación,  propiedad de José Luis Canesa, compite por tercera ocasión consecutiva en la tradicional regata de vela que se desarrolla en Ecuador; que partió  desde Salinas y culminará en las Islas Galápagos. “Cuando hay posibilidades de adquirir un mejor bote, del extranjero para competir, se lo compra”.

Con esa mentalidad José Luis Canesa  adquirió  la vela Sestri, que representa a Perú en la IX edición de la Copa Galápagos, pero su origen es de Italia,   donde fue construida. “Esta nave es rapidísima y cuenta en su interior con cómodos cuartos para descanso.

En resumen, es una embarcación de lujo”, comentó Jhonny García, integrante del bote peruano.
La tripulación del Sestri lleva más de 5 años compitiendo junta y el mismo equipo que interviene  en esta Copa   ha participado en dos ocasiones anteriores, por eso la confianza de llevarse, por lo menos, una de las regatas que conforman el certamen, es grande.

“Conocemos estas aguas, sabemos de las temperaturas por las cuales debemos atravesar en las madrugadas, cuando estemos camino hacia las Galápagos”, relató García, quien es el segundo al mando en el bote, luego del capitán y dueño de la embarcación, Canesa.

A José Luis lo acompaña su hijo, Andrés. “Esto es una tradición, por eso navegamos padres e hijos, es una buena experiencia para ambos y además, una buena oportunidad para que él (vástago) conozca las Islas Galápagos”, dijo el armador del Sestri.

La nave peruana, con número 1602, llegó al Puerto El Callao (único en el país del Rímac), en el 2003. Desde entonces, hasta la actualidad ha surcado las aguas del Pacífico y Atlántico, un sinnúmero de veces, tanto en los campeonatos locales como internacionales.

“Lo bueno de esta profesión es que conoces muchos países, las peripecias que uno pasa durante los recorridos, se acaban cuando llegamos a tierra y disfrutamos de las excursiones”, comentó Pedro Tomatis, otro integrante del Sestri, que se encarga de maniobrar las astas de las velas pequeñas del bote.

El resultado del Sestri en la primera regata (Barlovento-Sotavento), en Salinas, no fue bueno. La nave del Rímac se ubicó en la octava posición de la categoría 500 ORC, con un tiempo invertido de 2:29’04” y un tiempo corregido de 10’25”.

En la segunda y más exigente regata, el Sestri zarpó decidido a llegar primero. Su arranque fue veloz. En las primeras dos millas iba con ritmo, pero luego se fue quedando y las naves Allegro, Kuankun, Trafalgar, Fuga, Negra y Tivoli   comenzaron a  alcanzarla.

“El Sestri es de buen material y uno de los más nuevos, pero los tripulantes de los otros botes poseen más experiencia; eso es lo que más pesa en largas distancias como lo es de Salinas a Galápagos (573 millas)”, expresó Marco Peralta, más conocido como “Cachupín”, ayudante de la embarcación Kuankun, que viaja en el Buque Escuela Guayas, en caso de que su nave presente inconvenientes durante el trayecto de la segunda regata.