Aníbal Fuentes, presidente de Concentración Deportiva de Pichincha, propietaria del estadio Olímpico Atahualpa, aseguró que el escenario de 60 años cumple con todos los requerimientos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol y también de la Confederación Sudamericana para que se realicen los partidos por eliminatorias, además de torneos juveniles continentales que allí se han disputado. Para él, el criterio y cultura de la gente influye para aumentar las seguridades en un escenario deportivo.

¿La seguridad del estadio Atahualpa es óptima para el espectáculo?

Nunca hemos tenido ningún problema para que sea aprobado, porque hemos cumplido con todos los requerimientos para precautelar la seguridad de los aficionados. Inclusive para los partidos de eliminatorias no han existido inconvenientes en ese sentido. Este año hubo un pedido de la Conmebol hacia la Federación de elevar las mallas en las localidades de general y preferencia, que fue cumplido.

En caso de una emergencia, ¿cómo está preparado el escenario de El Batán?

Hay 4 accesos desde los graderíos hacia la cancha que se deberán abrir de inmediato si se presenta  una contingencia. También están las 15 puertas de acceso, que se abren hacia afuera para permitir la salida de la gente. Una persona siempre está en cada puerta para abrirla en caso de emergencia.

La señalética en el estadio también es clara. Hay letreros, así como flechas en el piso, que indican dónde están las salidas.

Desde su perspectiva, ¿cuánto influye la cultura de la gente para la seguridad?

Mucho, porque la violencia hace que existan cada vez más restricciones para el aficionado. Basta  con ver cómo  superó Inglaterra el tema de los hooligans. Ahora no existen barreras entre el campo y la cancha para ver el espectáculo con tranquilidad y la gente es respetuosa en el escenario. También depende del público y de lo que   ve a su alrededor; si el ambiente está tranquilo, va a tener  más calma.

El estadio Atahualpa tiene 60 años, ¿en ese lapso se han hecho cambios estructurales en cuestión de seguridad?

Cuando la Federación nos los solicita, los hacemos. Por ejemplo, se pidió ampliar las salidas de los graderíos al campo de juego, el alto de las mallas subió a 7 metros y se creó una zona para discapacitados en la general sur y la preferencia. No hay mucho uso de esos lugares, pero están ahí para ofrecer un servicio a esos aficionados.

¿Existen proyectos para remodelar el estadio?

Hay dos propuestas que van a ser ejecutadas pronto. La primera es del Ministerio del Deporte, que instalará dos ascensores en el acceso principal del estadio, se mejorarán las baterías sanitarias de esa zona, palcos y cabinas de prensa. Se pretende que todo esté listo antes del primer partido de eliminatorias de este año como local (10 de junio contra Colombia).

La otra está a cargo del Municipio de Quito, que desea cambiar la fachada del Atahualpa, en concordancia con la regeneración que se realizó en toda la avenida Naciones Unidas, con la construcción del bulevar. Existía otra idea de ampliar la capacidad, en la parte de preferencia donde hay espacio, pero no lo considero necesario porque el estadio no se llena tantas veces en el año como para  ampliarlo.