Sao Paulo y Brasil “hirvieron” con el título del Corinthians
No fue un triunfo cualquiera. No lo fue ni para la hinchada paulista ni para el fútbol sudamericano. Corinthians le devolvió ayer a la región el título del Mundial de Clubes y de paso ganó por segunda ocasión en su historia este torneo internacional.
El “Timao”, como se conoce al club fundado hace 102 años en Sao Paulo (Brasil), venció 1-0 en la final al poderoso Chelsea de Inglaterra.
El Internacional de Brasil ganó este campeonato, organizado por la FIFA, en el 2006. Desde ese año, Sudamérica no había logrado ganarlo. En el 2007 el Milan de Italia venció en la final a Boca Junior de Argentina. Un año después, el Manchester United se impuso a Liga de Quito y en el 2009 Barcelona de España doblegó a Estudiantes de la Plata (Argentina).
El año pasado el Santos de Brasil intentó romper esa “mala racha” de los clubes de la región, pero el Barcelona español se lo impidió.
Hubo fiesta en Sudamérica, pero se concentró con más algarabía en Sao Paulo. La mayor metrópoli de América Latina estalló ayer en el delirio. Ocurrió al amanecer.
Los más de 23 millones de hinchas que tiene este club en Brasil celebraron desde la madrugada. El partido se jugó en la noche japonesa (Yokohama), pero se celebró algunas horas antes (si se toman en cuenta las 12 horas de diferencia en el uso horario entre Brasil y Japón) en las principales calles y avenidas de la ciudad paulista.
Los petardos y las bocinas fueron constantes desde primeras horas de la mañana y se acentuaron con el gol del peruano Paolo Guerrero, héroe de la jornada, también responsable de haber conducido el equipo a la final, al marcar igualmente el único gol de la semifinal ante el egipcio Al-Ahly.
Un gran número de aficionados vio el partido en los bares y panaderías de la Avenida Paulista, la principal vía de Sao Paulo, donde se celebra todo tipo de fiestas multitudinarias, que acto seguido se convirtió en el epicentro de las celebraciones del título y se tiñó de blanco y negro, los colores del club.
Al grito de "Vai Corinthians" o "É bicampeão" (es bicampeón), el "bando de locos", como se autodenomina la afición, tomó los tres kilómetros de extensión de la Paulista, una amplia avenida flanqueada por numerosos rascacielos y unas pocas antiguas mansiones de la época colonial y que estos días está profusamente decorada con motivos navideños.
Miles de hinchas también abarrotaron la sede de la escuela de samba Gaviões da Fiel, vinculada al club de fútbol, donde celebraron el título con bengalas y el frenético ritmo de la percusión típica del carnaval “carioca”.
La alegría se extendió por todos los rincones del área metropolitana de Sao Paulo, donde viven cerca de 20 millones de personas, y en miles de ciudades de todo Brasil.
La efervescencia de la fiel afición del Corinthians, considerada una de las mayores de ese país, ha sido permanente desde que el equipo viajó a Japón hace dos semanas.
Los seguidores del equipo han mostrado su apoyo a diario con banderas blancas y negras con el escudo del club colgadas en los balcones de Sao Paulo o en los automóviles. El equipo llegará hoy a Sao Paulo para celebrar con su afición.