La defensa se cerró bien en el fondo y los contragolpes fueron fulminantes. Con esta táctica el barrio de San Blas se metió en los cuartos de final del Mundialito de los Pobres, tras derrotar por 4 a 2 a su similar de Luis Cordero, el jueves en el coliseo Jefferson Pérez de la capital azuaya.

Era el partido de fondo y la gente, pese al frío de la noche, se mantenía apoyando a sus equipos. La expectativa era mucha, ya que el público quería ver cuál sería el octavo elenco que avanzaría a los cuartos de final. La mayoría de los aficionados estaba a favor de San Blas.

El juego inició lento. Luis Cordero, que lució su tradicional uniforme blanco con combinados rojos a la altura del pecho, intentó tocar el esférico en campo enemigo, pero la defensa de San Blas, fiel a su identidad de abroquelarse bien atrás, defendió con justeza. Los contragolpes fueron, durante los juegos de primera fase, el arma letal de San Blas para avanzar a octavos y el jueves no fue la excepción.

A los 5’, una corrida de Galo Viteri derivó en un pase  hacia su compañero David García, que con total libertad mandó el balón al fondo de la portería rival.

Tres minutos después llegó la igualdad. Una triangulación rápida por derecha le permitió a Rafael Campoverde, uno de los goleadores de Luis Cordero, definir a lo Romario de Souza, es decir, con punta y hacia un costado para decretar el 1 a 1.

Ambos elencos tenían un juego reservado, sin arriesgar. No hubo espacios para la velocidad y el toque fino, características del indorfútbol.

A los 17’, la dupla de los hermanos Campoverde, Rafael y Fernando, volvió a causar daño en favor del conjunto  blanco y rojo. El primero de ellos desbordó por zurda y lanzó un centro hacia la derecha, a donde llegó Fernando para empujar el balón y poner el 2-1. Un grupo de fanáticos de este equipo festejó el tanto lanzando espuma al aire.

Adrián Bernal, el jugador más desequilibrante de San Blas, puso a disposición de su equipo su velocidad y gambetas y, con dos desbordes por izquierda, permitió que Jaime Tacuri coloque el empate y la ventaja para los verdes a los minutos 20 y 21, respectivamente.

Antes del inicio de la etapa de complemento, los fanáticos de San Blas, con golpes en las vallas metálicas de publicidad, causaron un bullicio en el escenario para animar a los jugadores.

Esa algarabía fue el anticipo de lo que se vendría luego: un gol más y el boleto a cuartos. A los 17’, el mismo Tacuri, en una jugada de inspiración, se escabulló desde la derecha y remató cruzado para decretar el 4 a 2.

“Es digno estar entre los mejores del certamen porque cuando iniciamos solo nosotros confiábamos en lo que podíamos hacer. Los goles van dedicados para mi señora (Bertha Medina) y mis tres hijos (Esteban, Joselin y Andrés)”, manifestó Tacuri, el goleador de la noche. (ACG)