Ronaldinho ha “renacido” en el Flamengo
El volante brasileño, que deslumbró al mundo entero en la Copa del Mundo Corea-Japón 2002, se había apagado en Barcelona. Su ciclo en España expiró. Maravilló a los “culés” desde el 2003 hasta el 2008 y lo hizo con gambetas cortas y largas, una pegada magistral de tiro libre y la inolvidable “elástica”: jugada que con el balón pegado al exterior del pie amaga hacia la derecha y de pronto, drásticamente, cambia y se la lleva por izquierda.
Aquellos movimientos quedaron en la retina de quienes lo vieron jugar en vivo. Ahora el futbolista del Flamengo no tiene el mismo nivel “demoledor”, pero de repente saca un par de trucos que provocan el delirio de los aficionados. Hoy, a las 19:50, los hinchas de Emelec, además de ver jugar a su equipo, tendrán el placer de admirar a quien fue el “Mejor futbolista del mundo”.
El “Fla” llega al Capwell con la obligación de ganar, ya que en el Grupo 2 de la Copa Libertadores el cuadro brasileño es tercero, con 5 puntos, detrás de Lanús y Olimpia (con 7). El “Ballet” es último con 3.
Después de la decepción que tuvo “Dinho” al no ser llevado al Mundial de Sudáfrica 2010, su nivel futbolístico se fue en picada y ese fue el motivo para que el Milan, club con el que jugó en 2009-10, no le renovara el contrato. El astro brasileño recayó en el Flamengo, el equipo con mayor número de hinchas en Brasil.
A mitad de temporada, aún en el calcio, Ronaldinho mejoró, lo que generó la alegría de los amantes del buen fútbol, que se esperanzó en volver a ver al “Dinho” del Barça. Volvió aquel “gambetero” descarado con la sonrisa pícara que le caracterizaba, disparando de media y larga distancia, sacando trucos de su repertorio: caños, taquitos, elásticas, bicicletas y sombreritos.
El mundo aseguraba que Dunga, en ese entonces DT de los “auriverdes”, lo llevaría a Sudáfrica y que Brasil sería el estandarte del “jogo bonito”. Pero acabó desilusionado y justo como cuando se le apagó la chispa en el Barça, “Dinho” retornó a la versión lenta de su último año como “culé”.
Con la llegada de Zlatan Ibrahimovic al Milan, se terminó el esperado regreso del “crack”. Tal vez sus salidas nocturnas se incrementaron por la desilusión mundialista; tal vez la lucha de egos con Zlatan fue inaguantable. Lo que sí es seguro, es que “Dinho” aún puede ofrecer espectáculo y ahora tiene la posibilidad de hacerlo en la Libertadores.
El “Balón de Oro” 2005 y “Mejor Jugador FIFA” en 2004-05 colocó su nombre en el podio de los grandes del fútbol mundial formando parte de un triunvirato que pasó a la historia como “la sinfonía Ri-Ro-Ro”: Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho, en Corea y Japón 2002.
Los tres, junto al otro “Ro” (Roberto Carlos), dominaron en el primer Mundial asiático y el primero que se celebró en dos países: Corea del Sur y Japón, un torneo en el que Brasil se tomó la revancha de la final perdida ante Francia en 1998, recordada, entre otras cosas, por el hundimiento de Ronaldo y la brillantez de Zidane.
La “auriverde” ganó los siete partidos que disputó. El 9 fue el máximo artillero, con ocho goles; Rivaldo firmó cinco y Ronaldinho le hizo uno tan asombroso a Inglaterra, que se sigue dudando de si su intención fue disparar a gol o fabricó un centro que no pudo atajar David Seaman.
La gloria de “Dinho” prosiguió en el Barça, con exhibiciones que jamás se olvidarán, y, de pronto, comenzó a perderse en el Mundial de Alemania 2006, donde los únicos pronósticos que se hacían eran sobre quién acompañaría a Brasil en la final.
Por suerte para los apasionados por el fútbol, la estrella está recuperando el “toque” y Mano Menezes comienza a observarlo. Puede ser que el DT piense que Ronaldinho sea “el arma letal” para el Mundial de Brasil 2014.