Cuando se habla de Roland Garros se piensa inmediatamente en Rafael Nadal. Lo mismo sucede cuando se trata de Wimbledon, que es sinónimo de Roger Federer. El torneo inglés fue el primer Grand Slam en las vitrinas del suizo y el que proyectó su carrera hacia la cima.

Aunque el exnúmero uno del mundo no llega en su mejor momento tenístico, el césped del All England Lawn Tennis & Croquet Club Limited siempre le es favorable a su juego de saque y volea.

Federer ha reconocido en varias ocasiones que su superficie favorita es el pasto y que desde pequeño su sueño era ganar Wimbledon. Por lo que cada vez que entra a la cancha central su nivel se eleva. Desde el 2003 al 2012 solo perdió 3 partidos y este año llega dispuesto a conseguir revalidar su corona, para a su vez sumar su octava consagración en suelo inglés.

Los expertos y seguidores del deporte blanco concuerdan en que el suizo ya entró en la curva descendente de su nivel, pero al mismo tiempo todos afirman que si él va a ganar un Grand Slam más, será éste, debido a lo cómodo que se siente al jugarlo y la experiencia que tiene en el mismo.

Además, sus mayores rivales no son especialistas en esta superficie. Nadal brilla como ningún otro en arcilla y Novak Djokovic se fortalece en cemento. Andy Murray es el llamado a hacerle frente, por ser británico, tener récord positivo en enfrentamientos directos entre ambos y ya haberlo derrotado en este mismo escenario en los Juegos Olímpicos de Londres el año pasado.

Hoy comienza el camino hacia una nueva consagración, la que produzca que su inmortalidad, ya muy bien ganada, se amplíe. Su primer rival será el rumano Victor Hanescu, a quien ha vencido en los 5 enfrentamientos previos que han tenido.

Rafael Nadal se mide ante el belga Steve Darcis, Novak Djokovic ante el alemán Florian Mayer y Andy Murray tendrá un duelo con el también alemán Benjamin Becker.

Federer cumple 10 años desde su primer título de Grand Slam y de Wimbledon. En esa época era aún una promesa del tenis, ahora es una leyenda viva del mismo. Épocas distintas, pero se presenta con el mismo espíritu de campeón.