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El Telégrafo
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Richard piensa en alto y quiere volar en Europa

Richard piensa en alto y quiere volar en Europa
05 de noviembre de 2013 - 00:00

Dialogar con él es llenarse de energías positivas. Su entusiasmo es contagiante. El carchense Richard Carapaz, de 20 años, fue el ecuatoriano mejor ubicado en la XXXIII edición de la Vuelta Ciclística Internacional al Ecuador, que finalizó el domingo en Sangolquí.

Fue el rey de los premios de montaña y de la categoría Sub-23. Además se convirtió en el vicecampeón de la clasificación general. Por ello fue el ciclista que mayor cantidad de trofeos acumuló, tres en total.

Carapaz se unió al equipo RPM este año. En mayo consiguió el título panamericano Sub-23 en MéxicoPese a sus logros no pierde la sencillez que lo caracteriza, ni la serenidad para hablar del recorrido que ha tenido su vida deportiva, aunque no puede ocultar la emoción que lo embarga.

Precisamente su forma de ser ha sido la principal arma con la que conquistó a su novia Tania, con la que lleva dos años de una relación que no le ha sido complicado mantener pese a los constantes viajes y entrenamientos que a ratos no tienen horario.

Desde pequeño aprendió a ser disciplinado. Siempre estuvo a la cabeza de los mejores alumnos de la escuela y del colegio, aspecto que hoy lo traslada a su afición: la bicicleta. En ella mantiene el liderato, pero eso gracias a las ocho y hasta nueve horas diarias que dedica a perfeccionar su técnica.

Esa pasión la descubrió a los 13 años, cuando el fallecido entrenador Juan Carlos Rosero lo reclutó para moldearlo sobre el pedal.

Antes esta disciplina no le había llamado la atención. Se inició como atleta de pruebas de medio fondo en los eventos escolares. “Lo hacía sobre todo porque era parte de la enseñanza, pero sin ningún otro objetivo en particular”, confesó.

Precisamente por ello en su casa no había mayor entusiasmo por las competencias que él desarrollaba. Además, nadie en su familia antes de él fue deportista. Por eso al inicio sus padres, Antonio y Analuisa, no miraron con expectativa el interés de su último hijo por vincularse al ciclismo. Pese a eso, Richard seguía a diario con sus entrenamientos.

A los 15 años fue campeón nacional de ruta y dos temporadas después, tras culminar sus estudios de bachillerato, consiguió la primera vinculación a un equipo semiprofesional. “Gracias a los contactos que tenía el profesor Rosero logré ir a Colombia y unirme al equipo Canapro de Bogotá Humana. Fui el único ecuatoriano en ese plantel”, aseguró el ciclista.

Esa relación lo obligó a trasladar su residencia a la capital colombiana. Ahí vivió durante 6 meses en la concentración del equipo, apartado totalmente de su familia, que consideraba su inclinación un capricho y hasta les causó molestias que haya dejado el hogar.

“Fue una decisión difícil de tomar, pero debía hacerlo porque de lo contrario no crecía deportivamente. Mis padres no comprendieron en el inicio, pero después vieron reportajes de la prensa colombiana y cambiaron de actitud. Hoy soy un orgullo para ellos, porque salí de la nada y he logrado destacar”.

Tras completar el contrato con los colombianos, retornó a Tulcán y en 2010 se vinculó al equipo de Panavial y otra vez estuvo bajo la tutela de Rosero, quien fue el primero en presagiar un futuro brillante.

“Varios objetivos que tenía con el profesor se están cumpliendo, yo sé que desde el cielo él me guía y creo que debe estar orgulloso”.

Sus metas superan el título panamericano que logró en mayo pasado. Están proyectadas hacia el continente europeo. Desea intervenir en las famosas pruebas como el Giro de Italia o el Tour de Francia.

“Me imagino puesto la camiseta de líder de una etapa o de la clasificación general del Tour de Francia. Creo que tenemos condiciones para lograr esas aspiraciones”.

Fuera de los aros, Richard es un joven que se defiende con habilidad también en la cocina. Su especialidad es el pescado cocido.

TÉCNICO DE RPM CONFORME CON RENDIMIENTO

El tercer lugar por equipos que consiguió el elenco de RPM y el segundo en la clasificación general individual dejaron tranquilo al director deportivo del plantel, el español Domenec Carbonell, quien considera aceptable el desempeño de sus pupilos.

Además cree que la actuación estuvo acorde a lo esperado.“Es evidente que no íbamos a repetir la actuación del año pasado (fueron campeones al tener en sus filas a Byron Guamá), pero lo hecho por los muchachos me deja conforme, sobre todo cuando hubo equipos que se unieron y trabajaron en favor de los de Movistar”, indicó Carbonell.

El europeo indicó además que el mayor problema que tuvieron para no conseguir el primer lugar radicó en los inconvenientes físicos que registraron en la primera etapa los pedalistas Richard Carapaz y Jorge Montenegro.

“En la etapa desde Pasto hasta Tulcán nuestros dos mejores hombres registraron poblemas físicos, sufrieron de calambres a 5 km de la meta y ahí se perdió un minuto que no pudo ser descontado en las demás etapas”.

El equipo de Pichincha destinó un presupuesto cercano a los 40 mil dólares para participar en esta edición ciclística.

El objetivo de este plantel es completar toda la documentación y convertirse en 2014 en equipo continental UCI. Así podrán participar en competencias europeas. El mayor anhelo es tratar de actuar en las famosas pruebas como el Giro de Italia.

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