Repiten una cuarta final en París
El suizo Roger Federer derrotó 7-6 (7/5), 6-3, 3-6 y 7-6 (7/5) al serbio Novak Djokovic, imbatido en lo que iba de temporada, ayer, en la cancha central de Roland Garros, y jugará su quinta final, cuarta ante Nadal, del Abierto de tenis de Francia.
De haber ganado, el jugador balcánico hubiese igualado la marca de 42 victorias consecutivas que poseía el estadounidense John McEnroe.
“Honestamente, le dije a Novak en la red que lo suyo era un récord, porque actualmente el juego es mucho más físico”, reconoció el ganador.
Por su parte, filosóficamente, el derrotado dijo que “estaba invicto en más de cuarenta partidos, y esto en algún momento tenía que terminar... ser número uno es un sueño que siempre está ahí”, manifestó.
En 22 duelos anteriores disputados, el suizo dominaba al serbio por 13-9 en su mano a mano particular (ahora 14-9). “Esto es la locura, pero no es aún la final. Me entrené siempre para este tipo de partidos, puse mucha presión a Novak... Sin lugar a dudas, ha sido uno de mis mejores partidos”, destacó el helvético, quien considera que su triunfo “es un regalo de su cumpleaños 25 para ‘Rafa’ (Nadal)”, pues jugarán la final entre ellos.
Entre tanto, Nadal, que de perder mañana ante Federer cedería el número a Djokovic, derrotó por 6-4, 7-5 y 6-4 a Andy Murray y llegó a su sexta final del torneo. Tras el triunfo, desde la tribuna le cantaron “Happy birthday”.