Ramírez: “Hay que rezar para que no llueva en Portoviejo”
El mal estado del gramado del Reales Tamarindos de Portoviejo, escenario del duelo de mañana (15:00) entre Manta y Liga de Quito, mantiene intranquilo al entrenador del cuadro de Ponciano, Edgardo Bauza, quien espera que los huecos y desniveles que presenta la cancha no le pasen factura, a nivel de lesiones, a los jugadores capitalinos.
El año anterior, por un problema similar en el gramado del estadio de Santo Domingo, en el duelo ante Espoli, se produjo la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda del defensa Enrique Gámez, que lo dejó cerca de 4 meses fuera de competencia.
“Me preocupa mucho esa situación, pero no podemos hacer nada, es lo que hay. Los que son responsables de calificar los distintos escenarios en el país son los que deberían tener más interés en ese aspecto y no lo tienen”, dijo Bauza.
Los jugadores también están intranquilos con esa situación. “Es una lástima que se califique ese tipo de escenarios que ponen en riesgo nuestro trabajo”, indicó el volante Fernando Hidalgo.
Precisamente por problemas en la cancha se decidió cambiar totalmente el gramado del estadio Jocay (donde hace de local el Manta) y se escogió el Reales Tamarindos para albergar al menos las cinco fechas iniciales del torneo 2012 que el Manta realice en Manabí.
Pero la comisión de la Ecuafútbol que calificó el escenario no tomó en cuenta la calidad del drenaje del escenario portovejense, que no es el óptimo. Cubre alrededor del 70% del gramado y se complica cuando la estación lluviosa predomina, como de momento ocurre en esa ciudad.
Por esa razón, la cancha se convierte en un lodazal, que impide que la pelota ruede con normalidad. Eso incidió para que el último miércoles en el cotejo amistoso entre Barcelona y Millonarios de Colombia solo se desarrollara el primer tiempo.
Según el administrador del escenario manabita, Nilo Ramírez, hubo un abuso del terreno de juego, ya que también ahí se escenificó la “Tarde Celeste”, la presentación del Manta ante Emelec, el domingo anterior.
“Mi sugerencia fue siempre que no se desarrollara el cotejo del miércoles, ya que este domingo había fecha del torneo. Todos saben que las canchas deben estar en perfectas condiciones para el desarrollo de los partidos oficiales y, obviamente, los cambios climáticos en esta época del año siempre hacen que se vuelvan fangosas”, precisó Ramírez.
Por eso, él se esfuerza para, con sus conocimientos, tratar de mitigar el daño actual y dejar en las mejores condiciones posibles el gramado.
“Hay que también rezar para que no llueva en Portoviejo, contra el clima no se puede hacer nada”.
Para la dirigencia mantense, dueña de la programación, la situación de la cancha no es de su atención primordial. “No tenemos llave directa con San Pedro”, dijo a son de broma el gerente Kléber Saldarreaga, quien luego ahondó su respuesta.
“Sabemos que las malas condiciones del terreno pueden pasarles factura a los dos equipos, pero no podemos dañarnos el cerebro con eso. La cancha está calificada y los partidos hay que jugarlos. El Manta está preparado para actuar en cualquier terreno de juego”.
La preocupación mayor de la dirigencia “celeste” está en la presencia del aficionado en el estadio. Por eso, ya se establecieron los valores para las distintas localidades, que, según consideran, están al acceso de la hinchada: general 5 dólares, preferencia 7, tribuna 10 y palco 25.
La capacidad del estadio es de 22 mil aficionados. (RMV/VNH)