El tenis profesional femenino  vive un momento muy particular, los aspectos técnico, físico  y táctico de las jugadoras han evolucionado mucho, ellas están jugando a un nivel muy alto. El número de jugadoras capaces de avanzar hasta instancias finales o ganar un torneo es cada vez mayor, algo que antes estaba al alcance de muy pocas, basta revisar los resultados de los tres torneos de Grand Slam que se han disputado en lo que va del año, todos han sido ganados por jugadoras diferentes: el abierto de Australia por la belga Kim Clijsters, Roland Garros por la china Na Li, quien se convirtió en la primera asiática en ganar un torneo de esta categoría; y en Wimbledon el título, sorpresivamente, fue para la joven checa Petra Kvitova.

Esta situación antes era poco común, pues siempre había una o dos jugadoras que dominaban y acaparaban los máximos honores, por ejemplo Chris Evert, Martina Navratilova, Steffi Graf, para nombrar algunas, quienes en su momento fueron prácticamente imbatibles.

Entonces me pregunto: ¿qué es lo que le está faltando al circuito femenino para captar un mayor interés de los aficionados?

Yo creo que la respuesta es: una verdadera rivalidad entre las jugadoras  que ocupan los primeros lugares, tal como está sucediendo en estos momentos en el tenis masculino.

Existía desde hace años  una verdadera lucha por el codiciado primer lugar entre Roger Federer y Rafael Nadal, la rivalidad del momento parece ser entre Nadal y el serbio Novak Djokovic, quien ya es el nuevo número 1, con Federer y Murray al acecho.

Otro factor puede ser la poca actividad en los últimos meses de las hermanas Venus y Serena Williams,  verdaderas súper estrellas del deporte blanco, muy mediáticas y carismáticas, y cuya presencia en cualquier cancha  garantiza gran afluencia de público, pero las lesiones,  el desgaste físico y mental después de tantos años de competencia, viajes  y el mismo hecho de haberlo ganado casi todo, les hace más difícil encontrar nuevas motivaciones y nuevas metas, además, Venus ya cumplió 31 años y Serena topará los 30 en septiembre.

Venus se encuentra actualmente en el puesto 35 del escalafón y Serena ocupa el #169, pienso que la continuidad de ambas en el circuito WTA va a depender mucho de los resultados en la temporada de canchas duras que comenzó esta semana y concluye con el abierto de los Estados Unidos en septiembre.

Otra jugadora que dejó un gran vacío con su retiro es la belga Justine Henin, muy popular con un juego muy fluido , vistoso y completo, siempre daba espectáculo.

Con estos antecedentes, ¿quiénes son las llamadas a ocupar estos lugares? , ¿quiénes serán las protagonistas de rivalidades históricas como las de Chris Evert y Martina Navratilova, Steffi Graf y Gabriela Sabatini,  la misma Steffi y Arantxa Sánchez-Vicario, entre las más recordadas?

La actual líder del ranking mundial es la danesa Caroline Wozniacki, una excelente jugadora, que sin embargo es cuestionada debido a que, pese a encontrarse en la cima del tenis, todavía no logra ganar un torneo de Grand Slam, siendo hasta el momento su mejor actuación haber alcanzado la final del US Open en  2009.

La número 2, la belga Kim Clijsters, ya sabe lo que es ocupar ese primer lugar, ha ganado 3 abiertos de los Estados Unidos y un abierto de Australia. Esperemos que se recupere de los problemas físicos que la han aquejado últimamente y  se mantenga enfocada en su tenis, y fresca mentalmente, pues, como esposa y madre de familia que es, tiene que administrar muy bien su tiempo.

En las posiciones 3 y 4 se colocan la rusa Vera Zvonareva  y la bielorrusa Viktoria Azarenka,  a quienes observo manteniéndose entre las 10 primeras, pero no veo a ninguna de las dos como futura # 1 .

María Sharapova desea recuperar ese # 1 que consiguió en el año 2005, está bien recuperada de una operación en el hombro derecho, recién disputó la final de Wimbledon y, aunque la perdió, es un paso importante para ella, que ya se ubica en la quinta posición. Es una jugadora que, por su belleza, atrae mucha atención de los medios, de las grandes marcas que buscan utilizar su imagen y de los fanáticos.

En la sexta posición  esta la china Na Li, quien con su título en Roland Garros ha generado mucha atención en su país, que se está convirtiendo en un mercado muy importante para el tenis. No nos sorprendamos de ver a muchas jugadoras asiáticas entre las primeras del ranking en el futuro.

La checa Petra Kvitova demostró en Wimbledon que es una jugadora para las grandes ocasiones  y con su juventud, gran servicio de zurda, potentes golpes de fondo y buen juego de red  puede todavía mejorar su movilidad. Aunque es la # 7 actual, si mantiene el nivel mostrado en Wimbledon, es una seria aspirante al reinado del tenis femenino. El tiempo dirá si tiene la regularidad necesaria para lograrlo.

Si bien el futuro del tenis femenino se ve prometedor a nivel mundial, con premios económicos en alza periódica, con mayor cantidad de torneos, mejor organización y mayor participación de niñas desde muy temprana edad, hay cierta preocupación con el estado actual del tenis sudamericano, pues nuestro continente solo cuenta con una jugadora entre las cien mejores del mundo, la argentina Gisela Dulko en la posición 53. Entrenadores, dirigentes y todos los que estamos de alguna manera involucrados en el desarrollo de jugadoras,  debemos trabajar juntos y buscar soluciones.

En el caso concreto de nuestro país, tenemos actualmente a Doménica González, quien con apenas 15 años  ya está en el puesto #28 del ranking de la Federación Internacional de Tenis (ITF) para jugadoras de hasta 18 años; y a Marie Elise Casares, ubicada en el #61. Esperemos que  reciban el apoyo de los organismos deportivos correspondientes   y de la empresa privada para, en poco tiempo, verlas jugando en los grandes torneos profesionales.