Una política de ‘tolerancia cero a la violencia’ tendrá la Policía Nacional durante el Campeonato Ecuatoriano de Fútbol que arranca hoy con el partido entre Universidad Católica y Deportivo Cuenca (12:00), en el estadio Olímpico Atahualpa.

A inicios de semana se retiraron las mallas de seguridad en el escenario capitalino, una iniciativa que pretende acabar con los hechos violentos en el balompié nacional.

El general Lino Proaño, comandante del Distrito Metropolitano de Quito, informó que para precautelar la integridad de los aficionados se instalará desde hoy, en todos los estadios del país, un puesto de mando unificado donde se monitorearán las cámaras de seguridad.

Además, en los graderíos se ubicará personal civil de Inteligencia, Policía Judicial y Dinapen, para vigilar, fotografiar y filmar a los hinchas que cometan actos violentos.

“Se solicitó la presencia de un fiscal que permanezca durante todo el partido y así pedir la apertura de una indagación previa para que el fiscal en Flagrancias pueda realizar acciones de sanción o detención”, explicó Proaño.

La intendenta de Pichincha, Cristina Silva, informó que sigue en vigencia la limitación en la venta de cerveza hasta 10 minutos antes del arranque del compromiso y en el entretiempo.

Para el compromiso inaugural, Universidad Católica no tendrá en el arco al argentino Hernán Galíndez, quien no pudo ser inscrito en la Ecuafútbol. Su reemplazante será Rodrigo Perea, de 23 años.

Deportivo Cuenca no contará con el zaguero Eduardo Morante, quien se desvinculó del club por la exigencia de Universidad de Chile de cancelar $500.000 de su préstamo. Además, los extranjeros Rodrigo Mieres y Juan Cobelli no fueron inscritos para la primera fecha.