El frío y la mala noche vivida valieron la pena para cerca de 3 mil seguidores de Liga de Quito que lograron acceder a una de las 6 mil localidades que ayer se expendieron en el estadio Casa Blanca.

Desde las 22:00 del miércoles, alrededor de 100 personas formaron una pequeña fila en la ventanilla de la boletería central del escenario que  con  el transcurrir de las horas se extendió. A las 08:00 de ayer, cuando se inició la venta, la fila superaba el kilómetro, bordeando las tres cuartas partes del perímetro del estadio.

Aún con las huellas del cansacio en su rostro, Andrés Suin,  quiteño de 27 años, saltó de alegría cuando tuvo entre sus manos la entrada a general. “Todo vale la pena por Liga, ahora hay que ir a trabajar para que me den permiso más tarde”, sostuvo el ejecutivo que estuvo entre los 20 primeros en ser atendidos.

Él con su grupo de 5 amigos, pertenecientes a la “Muerte Blanca”,  se turnó para descansar sobre el frío cemento. Algunos canelazos y chompas sirvieron para mitigar la larga espera y los cerca de 9ºC de temperatura de la noche capitalina.

En las inmediaciones, los revendedores aprovecharon la demanda para elevar los costos de las entradas. La general de 20 dólares se vendía en 50  y hasta 60 dólares, mientras la tribuna pasó de 30 a 70.   En el lado visitante la espera fue menor, así como la gente que acudió. La mayoría eran chilenos residentes en Quito que lucieron con orgullo los distintivos de su equipo.

Continuamente entonaban cánticos de apoyo al cuadro del que esperan la consagración internacional en su primera final. “Sale U, tú eres mi pasión, te llevo en mi corazón, este año no podés fallar. Toca la copa y salí campeón”, fue uno de los cánticos que entonaron.

Aquí todo se cumplió de forma muy ordenada con vigilancia policial y de seguridad privada. Cada hincha debió presentar su cédula o pasaporte para acceder a una localidad.

Paz critica a Neme

El presidente vitalicio de LDU, Rodrigo Paz, se mostró disgustado por el apoyo que mostró el titular de Emelec, Nassib Neme, a la Universidad de Chile,  rival en la Sudamericana.  

“Eso es grosería,  mala educación, una profunda envidia de lo que sí hemos podido hacer”, refirió Paz.
La crítica también se enfocó en los tributos fiscales de los clubes. “Los impuestos de Liga el año anterior fueron de 1’876 mil dólares y  Emelec paga 72 mil.

Nos dijeron que en Guayaquil eso funciona de otra manera, entonces creo que las leyes son solo para un sector del país”.