Pilar, Gitano y Rashad son los mejores amigos de Ma.Teresa Carrión
Sonríe en cada salto que realiza. Se nota que disfruta de lo que hace. El deporte ecuestre para la amazona María Teresa Carrión Manzur se ha convertido en un estilo de vida, puesto que a pesar de su corta edad, 12 años, no encuentra nada comparable en diversión que montar en sus caballos y cuidarlos.
Empezó en esta disciplina a los 5 años, cuando su abuelo Carlos Manzur la llevó al hipódromo de Guayaquil, un fin de semana. Desde ese momento, cuenta, sintió una conexión con los caballos y tomó la decisión de arriesgarse a practicar esta disciplina, pese a que era muy pequeña.
Se inició en caballos pequeños de escuela, pero con el paso del tiempo fue realizando saltos más altos y su abuelo decidió regalarle la yegua Emilia. “Con Emilia gané mis primeros campeonatos, dos años seguidos en la categoría pre infantil. Este año ya pasé a infantil ‘B’ con Rashad”, comenta María Teresa, durante una pausa en su entrenamiento en el Country Club.
Con la yegua adquirió confianza. Ahora, el animal ya dejó los eventos por una lesión y descansa en Playas. “La recuerdo mucho, por eso los domingos la visito”, dice María Teresa.
En la actualidad, Rashad es su nuevo amigo de aventuras y de saltos y con el que este fin de semana actuará en el Nacional de ecuestre.
Pasa unas cuantas rondas más por la superficie de tierra y el binomio se acerca al establo, en donde la deportista se baja de Rashad, no sin antes darle de comer con sus manos. “Le encanta la panela y las rodajas de zanahorias.
También lo baño y no importa que me moje las botas, a veces se le salen hasta las suelas, pero mi abuelita (María Elena) las vuelve a pegar sin problemas”.
Se voltea y también le entrega la misma dosis a Gitano y Pilar. Con el primero realiza adiestramiento. Con este animal recuerda un lamentable episodio el año pasado, ya que durante un campeonato provincial se cayó y se fracturó la clavícula.
“No fue culpa de él, es bien juguetón porque es el más chiquito (tiene 7 años). Los otros son más grandes. Me caí cuando estaba saltando en la Vuelta a la Victoria, en agosto. Durante un mes no pude montar. Lloraba mucho porque me pareció una eternidad”.
Pero ese suceso quedó en el pasado, y María Teresa no dudó en montar nuevamente en sus caballos sin temor ni resentimiento.
“No debes tenerle miedo, tienes que disfrutar de lo que haces. Hay que darles cariño porque son animales que sienten lo que tu sientes. Si les dices vamos a portarnos bien ellos lo hacen. También tienes que darles algún regalito para que sientan que los quieres y así se esfuerzan y lo dan todo en el campo”.
Uno de los logros más significativos a nivel internacional lo alcanzó en la Copa Audi, disputada en Quito, en donde quedó en primer lugar por categoría y por equipos representando a Ecuador ante 7 países.
La pequeña amazona confiesa que cuando no está con sus caballos también le da tiempo a sus perros y gansos. Aprecia a los animales que son cariñosos y recíprocos. En el colegio Balandra es la capitana del equipo femenino de fútbol y sueña con ser detective del FBI. (APS)