El técnico de la selección peruana de fútbol, Sergio Markarián, evitó hoy a la prensa y a los aficionados para reconocer el estadio "Atahualpa", el fortín de Ecuador en Quito, escenario del choque que mañana protagonizarán ambos equipos por las eliminatorias suramericanas al Mundial de Brasil 2014.

En las afueras del escenario, medio centenar de aficionados peruanos hacían ruido por su selección y se apuraban a adquirir los billetes para el partido.

Entre los entusiastas hinchas figuró la llamada "esposa de la Copa América", Irina Grandez, quien no dudó en sacarse la camiseta de la selección de su país para blandirla, aunque ello dejaba ver su pequeño brasier.

Pese a que una nube de cámaras, fotógrafos y periodistas aguardaban a los seleccionados peruanos al borde mismo de la cancha, un representante de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) anunció la decisión de Markarián de reconocer el césped "a puerta cerrada".

"Es un gesto de reciprocidad, pues cuando Ecuador visite Lima, también la Federación Peruana de Fútbol hará lo mismo", añadió el miembro de la FEF, apoyado por un grupo de policías que invitó a los periodistas a abandonar el estadio.

Por casi una hora, el equipo peruano ejecutó ejercicios en la cancha del "Atahualpa" y sólo pocos minutos antes de abandonar el escenario, se permitió el ingreso de los periodistas.

Carreras por las gradas hasta encontrar el mejor sitio para captar imágenes de los jugadores peruanos, fue la tónica de esa embestida mediática que permitió, sólo a pocos, ingresar hasta la cancha y lograr unas cortísimas declaraciones.

Los guardianes del estadio se percataron de la filtración y cerraron la única puerta que permitía el ingreso hacia la pista atlética que rodea la cancha y donde también figuró un pequeño grupo de aficionados y directivos peruanos.

De inmediato, los jugadores se dirigieron por los túneles a un camerino y de ahí al autobús, encabezados por Claudio Pizarro, Jefferson Farfán y Paolo Guerrero, la temida ofensiva peruana.

En las afueras, varios aficionados peruanos expresaron su optimismo por la suerte de la selección nacional en el partido ante Ecuador.

"He venido con mis hijos y mis sobrinos desde Lima. Esperamos que a la selección le vaya bien, sobre todo porque ha mostrado un gran nivel", indicó a Efe Dionisio Tinoco, uno de los aficionados.

Sin embargo, fue Irina Grandez la que acaparó la mirada de periodistas y curiosos. "Vamos Perú, ganamos 2-0", expresó la llamada "Esposa de la Copa América" y quien dice ser "el mejor amuleto de la selección", que tampoco dudó abrazar a un aficionado ecuatoriano.

"Todos somos hermanos", añadió Grandez y dijo que acompañará a la selección peruana donde vaya, porque así cree que apoya al equipo en su camino hacia el Mundial de Brasil. EFE