“Pensé dejar el fútbol, pero el fútbol nunca me dejó ir”
Jorge Ladines tiene listos sus “goleadores” para cuando el estratega Luis Zubeldía le dé alguna oportunidad. “Son los pupos benditos”, dice el “Pony”, quien debutó profesionalmente en Emelec en 2005, pero recién en 2012 ha podido vestir la camiseta del equipo del cual es hincha confeso, Barcelona.
Aunque no entró en la convocatoria “torera” para el partido de hoy (19:30) ante Olmedo, en el estadio Monumental, el delantero guayaquileño se muestra muy complacido por la oportunidad de jugar en este club. El ex Emelec estuvo un año y medio sin actividad en la serie “A”, e incluso pasó por su mente la idea de retirarse del balompié.
“Fueron momentos muy duros. Pensé dejar el fútbol, pero el fútbol nunca me dejó ir. Cuando me decía ‘no puedo’, ahí estuvo mi mamá (Mariana Garcés) para darme su apoyo incondicional y ponerme en sus oraciones. Asimismo, mis amigos siempre me aconsejaban que siguiera, todos me apoyaban y ahora les agradezco por toda su ayuda”.
Pero así como Ladines destaca los consejos de su madre y de sus allegados, también tiene recuerdos negativos con varias personas, a las que prefiere no nombrar, “para no dañarse el corazón”.
“Tuve malas compañías, con vicios, personas que no influenciaron bien en mi vida, pero gracias a Dios pude salir adelante en los momentos más duros de mi carrera”.
Luego de haber destacado en Emelec (2005/08), a tal punto de haber llegado a la selección nacional (tuvo tres convocatorias y espera volver en algún momento), el “Pony” pasó en 2009 a El Nacional y el año siguiente se vinculó a Deportivo Cuenca. Ahí empezó su declive.
“Deportivo Cuenca no cumplió con algunas cosas y por eso mejor quedé al margen. Luego, a mediados de 2010, cuando algún club llamaba interesado en mí, los dirigentes del Cuenca decían que no me contrataran porque era un jugador conflictivo, pero no tenían pruebas de nada”.
Sin club desde hace dos años, Ladines fue dejando de a poco su rutina futbolística hasta fin de la temporada. En el primer trimestre de 2011 empezó a entrenar en Liga Deportiva Estudiantil de Guayaquil. “Ahí tuve esa sed de gloria que alguna vez sentí de adolescente”.
Jugó en segunda categoría. El puntero solo estuvo en 4 partidos, hasta que se lesionó. Una rotura de peroné en su pierna izquierda fue una nueva complicación en su carrera. “Me sentí ‘salado’. Nuevamente vi cómo todo se desvanecía, pero mi mamá fue mi apoyo siempre”.
Su recuperación duró menos de lo pensado. “Me esforcé en las rehabilitaciones y en tres meses estuve listo para volver a entrenar con todo. Pensé que mínimo tenía para cuatro meses de inactividad, pero no fue así”.
En octubre comenzó una pretemporada con Duffer Alman, otra de las personas que apoyó a Ladines en su retorno al fútbol profesional.
Inició esta temporada en las Reservas de Barcelona, pero ya está en el primer equipo, e inclusive ha jugado en los dos últimos partidos: entró al cambio por José Amaya, en el cotejo ante Independiente; y por Matías Oyola -el otro “Pony” del “Ídolo”-, en el choque frente a Macará, el domingo anterior.