Son las 8:30 del lunes en las canchas alternas del Estadio Monumental. Desde el gimnasio se escucha un parlante estridente del que nacen notas musicales de una salsa y se espera, con toda la paciencia que facilita la falta de vigor del sol, que salgan los jugadores y empiecen a moverse dentro de la cancha alterna del estadio Monumental.           

Pero este no es un entrenamiento cualquiera. Si la música provoca que ciertos  periodistas se cuestionen qué está ocurriendo, cuando la plantilla empieza a desfilar hacia el césped todos dejan sus actividades y, casi atropellándose, se aproximan hasta ésta buscando dos nuevos rostros: el de Nicolás Olmedo, mediocampista de 29 años, cuyo último club fue el Godoy Cruz, y el de Gonzalo Castillejos, delantero  de 26 años que realizó su última campaña con el equipo “canalla” (Rosario Central).

Después de someterse a los disparos incesantes de las cámaras, “los amarillos” (menos Máximo Banguera, quien tiene permiso, y Víctor Valarezo, quien analiza ofertas de otros clubes) llegan para reunirse en el centro del campo con el cuerpo técnico.   

Empiezan los trabajos de calentamiento, seguidos de trotes alrededor de la cancha. Todo se desarrolla con normalidad hasta el momento en el que Michael Arroyo vuelve a alborotar a los presentes al desplomarse durante la rutina.

Algunos piensan que el jugador se ha desmayado, otros que les está jugando una broma. “Se está haciendo”, dicen unos mientras sus compañeros llaman al cuerpo médico y éste corre para asistir al futbolista, quien se reincorpora en menos de un minuto y sigue con su trabajo. Se tropezó.  

Después de este susto, el doctor Bosco Mendoza satisface la curiosidad de todos. “El jugador está bien. Por otro lado, pasamos toda la mañana en exámenes importantes. Hicimos pruebas de laboratorio y los argentinos están listos”.

Los refuerzos no han firmado contratos todavía. Al hacerlo Barcelona sería el dueño del 50% de los derechos federativos de Olmedo (el contrato es por dos años), y Castillejos estaría a préstamo por un año, con opción a compra.

“En la tarde vamos a tener los resultados. Ninguno de los dos tiene antecedentes de alguna lesión importante”, asegura, y con esto se prepara para retirarse, no sin antes dar más buenas noticias: “Jayro Campos está casi recuperado. Irá a Machala a las 18:00 y podría estar listo pronto”.

El fin de la jornada termina a las 10:00, momento en el que, justamente, el sol empieza a asomarse con rabia.