El número uno del mundo, Rafael Nadal, se volvió a estrellar contra el muro  Novak Djokovic. El serbio ganó la final del Masters de Roma por un doble 6-4 y volvió a plasmar su buen momento de forma ante el balear.

Tanto Nadal como Djokovic sabían que los errores que cometiesen los pagarían  caro y por eso empezaron el partido jugando sólidos. “Nole” tenía más problemas para hacerse con sus servicios, pero los acababa ganando, mientras que

“Rafa” parecía que se encontraba cómodo sobre la tierra.

Al serbio se le notaba el cansancio acumulado, tras el largo partido que tuvo  en semifinales ante Murray e intentaba que los puntos fueran rápidos. El número 2 del mundo aprovechaba el gran momento que atraviesa y utilizó constantemente su “drive” para cerrar los “games”, pero Nadal aguantaba sin problemas.

En el octavo juego llegaba el momento clave para Nadal: Djokovic lanzó la primera bola de “break” de la que disponía para colocarse 5-3. El de Manacor consiguió devolverle la rotura al serbio al juego siguiente, pero volvía a ceder su saque y Djokovic se adjudicaba la primera manga 6-4.

En el segundo set, “Rafa” comenzó con dudas y “Djoko” con ganas de encarrilar el partido. En el primer juego al servicio, el español disponía de un 40-0 a su favor, pero cedió un “break” y permitió que “Nole” subiera 2-0. Era el peor momento de Nadal, pero tiró con potencia e igualó a 3.

El serbio, que sigue intratable, tras encadenar su victoria 39 de forma consecutiva, no se vino abajo y siguió presionando, aunque el de Manacor tampoco dejaba que Djokovic ganara cómodamente sus saques. El encuentro pasaba ya de las dos horas y se notaba en el ritmo de los dos.

La segunda manga caería para el que golpeara primero y fue el serbio. Djokovic parecía más sólido, no había cedido una bola. Con el 5-4 a favor “Nole” salió a cerrar el cotejo y con su buen servicio, lo consiguió.

Con la victoria, Djokovic demuestra que le tiene tomada la medida a “Rafa”, ya que le ganó por cuarta vez en la temporada, después de haberse impuesto al manacorí en las finales de Indian Wells, Miami y Madrid.

En la rama femenina, la rusa María Sharapova se impuso (6-2 y 6-4) en la final a la australiana Samantha Stosur, logrando su primer gran victoria desde el Abierto de Australia 2008.