Mientras prosiguen las investigaciones para tratar de esclarecer el asesinato de la presidenta electa de Sociedad Deportiva Aucas, Mónica Gordón, el conjunto capitalino está en un “limbo jurídico” al no tener un cuerpo dirigencial constituido.

El pasado martes, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) reconoció a la lista de Gordón como la vencedora de los comicios al interior del club y, en consecuencia, los integrantes de esa candidatura son los  nuevos dirigentes del equipo “oriental”. Sin embargo, el directorio aún está a la espera de un esclarecimiento de la situación.  

El vicepresidente electo, Rodrigo Espinoza, ratificó una vez más  su decisión de declinar tal dignidad por los hechos suscitados y no ha pensado en reconsiderar su postura.

Frente a las circunstancias, la subrogación de dignidades sería el mecanismo para estructurar el directorio, como  lo han expresado jurisconsultos y  exdirectivos.

La subrogación de dignidades sería el mecanismo para la estructura del directorioSi no está la presidenta electa (+) y el vicepresidente declinare su dignidad, la sucesión sería en orden ascendente, desde el primer vocal principal, quien podría asumir la presidencia y promover a los subsiguientes a las demás dignidades.

Al respecto, quienes fueron electos como vocales son: Ximena Moreta, Miguel Guachamín, Adriana Zambrano, Javier Espinoza y Juan C. Valenzuela; sin embargo, no ha trascendido pronunciamiento alguno de parte de estos, en torno a la posibilidad de la sucesión dirigencial.

El administrador del equipo de fútbol y divisiones formativas de Sociedad Deportiva Aucas, Ramiro Gordón, quien ha estado fuera de la ciudad, según se pudo conocer, esperaba tener una reunión con los jugadores y cuerpo técnico para darles a conocer su decisión de continuar o no al frente del equipo, aun cuando en su oportunidad dejó entrever la factibilidad de mantener la responsabilidad asumida mediante un convenio suscrito con la directiva de Alberto Ayala, en homenaje a la memoria de su hija.

Esta circunstancia podría tener incidencia en la decisión que adopten los miembros del directorio electo, cuya fecha de posesión no ha sido aún establecida; mientras tanto, el período de vigencia de los directivos que han desempeñado tales funciones, encabezados por Ayala, se extiende hasta diciembre del año en curso para cumplir el período de cuatro años.