Nixon se baña en El Sauce desde que no tiene agua
Si la dirigencia de El Nacional le cancela por lo menos una parte de sus salarios atrasados, el volante juvenil Nixon Quiñónez viajará a la ciudad de Esmeraldas para celebrar las fiestas de Año Nuevo junto a su familia. Si la deuda de siete meses se mantiene, se quedará en Quito.
La incertidumbre lo incomoda porque su cuenta bancaria no mejora sus balances: “Confío en que antes de que se acabe el año me solucionen este problema para pasar bien con mis seres queridos”.
La dirigencia le ha dicho al grupo de la reserva, que lo dirige el entrenador Orlando Narváez, que en los próximos días se le abonará una parte de sus sueldos pendientes.
“No me dan ganas de trabajar así, no se puede seguir de esta manera, debemos hacer el último esfuerzo”, reconoció el volante de contención.
Gana $ 600 mensuales y espera poder llevarle un regalo, aunque sea atrasado, a su madre Irma Graciela Batioja y a su padre Nixon Quiñónez, pero no cree que sea posible, aunque logre desplazarse a su tierra natal.
El esmeraldeño de 18 años vive solo en el sur de la capital y le debe a la propietaria del inmueble cuatro meses de arriendo.
“Hasta ahora la dueña del departamento comprende mi situación y se ha portado bien conmigo, pero está al límite y ya no quiere esperar más”, manifestó.
Solo la luz eléctrica no se la han cortado, pero sí el agua, el teléfono convencional y la televisión por cable, debido a que tiene varias planillas vencidas.
Su situación es crítica y tiene que ingeniarse otras alternativas para no descuidar su higiene personal. Para no dejar de bañarse, el volante ‘criollo’ utiliza las duchas del complejo El Sauce, en Tumbaco, después de los entrenamientos. Eso lo hace todos los días desde que le cortaron el agua: “Luego de entrenar estoy sudado y me baño ahí para ir más cómodo de regreso a mi casa”.
La alimentación diaria de Nixon Quiñónez también se ha visto afectada por no tener dinero. Le ha tocado ir a los entrenamientos sin desayunar hasta dos y tres días seguidos. “Llego mal a practicar, todo fatigado. Debemos tener algo en el estómago para estar fuertes y rendir bien y eso no lo podemos hacer”, relató con resignación.
Pero sabe que tarde o temprano cobrará su dinero adeudado: “Todo es un esfuerzo, me toca aguantar porque esta es la realidad y hay que enfrentarla”. Sus padres se comunican con él casi todos los días y le dan ánimos para seguir en esta profesión; mientras él relata la situación que atraviesa en el equipo y en su vida diaria.
“Me dicen que no me desespere, que debo ser fuerte, porque esto me servirá para superarme en el futuro”, manifestó.
Al recordar la historia de las festividades en Esmeraldas, el rostro de Nixon Quiñónez se iluminó.
Se reúne con sus hermanos, padres, tíos y primos a compartir una cena, conversan, aguardan que llegue el año nuevo y recorren las calles de la urbe que se llenan de movimiento.
“Cuando estoy allá me gusta ir a la playa, jugar fútbol playero en Las Palmas y también en mi barrio”, dijo el oriundo del sector Aire Libre en Esmeraldas, mismo lugar del que salió Juan Carlos la ‘Hormiga’ Paredes, lateral derecho de Barcelona y la selección ecuatoriana. “Sí lo he visto a él en algunas ocasiones”, expresó Quiñónez con orgullo.
Otra de las cosas que lamenta el polifuncional mediocampista es no poder disfrutar de la comida esmeraldeña que prepara su madre: “Es espectacular la comida. Los encocados y los ceviches son los mejores, mi mamá cocina súper bien”.
Vivir solo lo obligó a aprender a cocinar y cree que su sazón ha mejorado en los 5 años que lleva en Quito. “Lo que más como es pollo; pescado, de repente. Mi mejor plato es el seco de pollo. Primero hago un refrito, licúo cebolla, tomate y finalmente lo aliño bien”.
Datos
Se espera que el primer equipo de El Nacional comience la próxima semana la pretemporada entre jueves y viernes. Todavía no se confirma una fecha exacta hasta que la dirigencia y el cuerpo técnico, liderado por Carlos Sevilla, decidan sobre las nuevas incorporaciones.
El integrante de la categoría reserva del cuadro ‘militar’ ha pasado inconvenientes en sus desplazamientos -desde el sur de Quito hasta el complejo en Tumbaco- por no tener dinero para los pasajes. Además, no puede adquirir ningún artículo personal por falta de fondos.
Nixon Quiñónez tiene dos hermanos, Roberto Carlos, de 20 años, y Jackson, de 25, ambos residen en Esmeraldas y espera verlos para festejar juntos el nuevo año.
El futbolista esmeraldeño llegó hace cinco años a El Nacional, empezó en la categoría Sub-18 y actualmente está en la reserva.