Nada perturbó a Button
Hace 15 días tras la quinta victoria de 6 posibles de Sebastián Vettel en el Gran Premio de Mónaco, decíamos que para nosotros el ganador moral de aquella competencia, por su velocidad, estrategia e inteligencia para correr, era Jenson Button.
Simplemente, las circunstancias no habían jugado a su favor, circunstancias que una vez más le habían sonreído al actual campeón, circunstancias que el domingo pasado en el Gran Premio de Canadá, nuevamente parecían estar alineadas para que Vettel sumara su sexta victoria del año.
Ni la presencia de lluvia, que obligó a suspender el GP durante más de 2 horas, ni las múltiples neutralizaciones con la presencia del auto de seguridad en pista, ni el asfalto resbaladizo del circuito de Montreal, absolutamente nada, parecían perturbar al gran piloto alemán, que punteó desde la primera vuelta hasta prácticamente la última.
En efecto, hasta la última vuelta, pero sin lograr cruzar la meta en primer lugar, ya que Jenson Button se lo impidió. O mejor dicho, Vettel no pudo con la presión que le ejerció el campeón 2009, la cual le llevó a cometer un error, aquel error que muchos esperaban que el aparente “imperturbable” Vettel cometiera en algún momento de su imparable dominio entre el 2010 y lo que va del 2011. Lamentablemente, la equivocación, el despiste, sucedió cuando menos tenía que pasar: a solo un par de kilómetros de la meta.
Pero más allá de aquello, ¡qué carrera, qué maestría la de Jenson Button para llevarse seguramente la mejor victoria de las 10 que suma en F1 al día de hoy!
Para empezar, en las prácticas libres y la clasificación vísperas a la carrera, los Mclaren no se habían mostrado competitivos y más bien eran los Ferrari de Alonso y Massa los que se presentaban como los mayores desafiantes de los veloces Red Bull de Vettel y Webber.
De hecho, Button arrancó apenas desde la séptima posición de la grilla de partida. La carrera se inició con el “Safety Car” por delante, debido a la fuerte presencia de la lluvia.
Ya lanzada la competencia se presentó el primer incidente para Button, que fue golpeado por su propio coequipero Lewis Hamilton, sin duda un par de décimas casi siempre más veloz que Jenson, pero a quien una vez más su exceso de ímpetu y vehemencia lo volvieron a traicionar ya que, como consecuencia del contacto, Hamilton nuevamente debió abandonar.
Como producto de este contacto que le significó una llanta ponchada, Button cayó prácticamente el último puesto, más aún cuando también debió cumplir una penalización de “pase y siga” por pits, ya que se excedió en la velocidad máxima en boxes al momento de cambiar los neumáticos.
Luego vino la suspensión del GP a causa del fuerte aguacero que por casi 2 horas arremetió sobre la isla de Notre Dame, donde se ubica el autódromo. Tras el relanzamiento, Button remonta hasta la mitad del pelotón en donde se encuentra con el Ferrari de Alonso, con el que sufre un nuevo contacto al intentar pasarlo.
Un incidente de carrera, pero que dejó a Alonso “fuera de combate” y a Button con una llanta delantera reventada, con la cual el piloto inglés cayó otra vez a posiciones secundarias.
En ese momento, ¿quién podía pensar que entrando a las vueltas finales, Button iba a aparecer nuevamente entre los punteros? Conduciendo su Mclaren de manera impecable y a un ritmo más veloz que el puntero Vettel, en cuestión de 2 ó 3 vueltas, Jenson pasó a Mark Webber, Kamui Kobayashi y Michael Schumacher, para ascender a la segunda posición.
En cuestión de 5 vueltas descontó los casi 10 segundos que lo separaban de Vettel para darle alcance y poner bajo presión al actual campeón, pero aún joven piloto, cuyos 23 años no le permitieron mantener la “sangre fría” hasta recibir la bandera a cuadros ya que, en la última vuelta, perdió la concentración y a su vez el control de su Red Bull, en una frenada; en realidad un pequeño despiste, pero lo suficiente para que Button encuentre “el hueco”, gracias al cual metros más adelante cruzó la meta primero, en una de las finales más emocionantes de todos los tiempos.
Vettel, de todos modos, finalizó segundo con lo que sigue liderando el campeonato cómodamente, mas lo sucedido en Canadá, mostró que en cualquier momento las cosas pueden cambiar dramáticamente, y Button demostró que en el deporte siempre hay lugar a una revancha y que nunca hay que “tirar la toalla”, en este caso hasta que caiga la bandera a cuadros.
Luego de 6 entradas a pits (el que más la realizó de todos los pilotos), de 2 choques y de 2 llantas bajas; insisto, ¿quién podía siquiera imaginar que Jenson Button iba a llevarse la victoria al final? Sin duda nadie, ¡¡solo él!!...
Detrás de Vettel finalizó su coequipero Webber, otro que debió sufrir la excesiva agresividad de Hamilton en las primeras vueltas, al ser desestabilizado por el piloto campeón en 2008, que muchos esperamos que finalmente reciba una fuerte sanción por parte de los comisarios de la FIA, sanción que personalmente pienso que se la merece desde hace un rato, por su excesiva vehemencia en su estilo de conducir, que reiteradamente está generando más de un problema en pista para algunos de sus colegas.
Y para terminar no puedo despedirme sin resaltar la gran carrera que también tuvo Michael Schumacher, la mejor desde que regresó de su retiro el año pasado tras 3 años de ausencia. Debo reconocer que me hubiera encantado volver a verlo en el podio, lamentablemente Webber no se lo permitió a escasos pocos giros del final. Quizás para la próxima Michael, aunque es evidente que el Mercedes que tiene entre manos todavía no está al nivel de los más rápidos… Me despido hasta la próxima, cuando llegue el Gran Premio de Europa a disputarse en Valencia-España, dentro de dos semanas.