La china Na Li, la ganadora de mayor edad en la historia del Abierto de Australia, señaló hoy con su copa de campeona a su derecha, que "la edad no importa", lo que importa es creer en uno mismo.

"Estoy muy orgullosa de mi actuación", dijo Li, que estuvo a punto de colgar la raqueta el pasado año después de Wimbledon y que a partir del próximo lunes aparecerá tercera en la lista mundial, a solo 11 puntos del segundo puesto de la bielorrusa Victoria Azarenka.

Li, que cumplirá 32 años en febrero dijo que no se sentía vieja. "No lo soy", comentó. "Cuando empezó el torneo todo el mundo hablaba de la edad. Me gustaría decir que la edad no es nada. Y que todavía se puede ganar un Grand Slam. En mi caso tengo más experiencia sobre la pista", aseguró.

Li, saltó a la pista relajada porque en el vestuario se echó una pequeña siesta.

"Antes de entrar en la pista me dije, no pienses en ello, solo juega tu juego, no pienses que es una final. Pero la final es la final", relató, "el principio fue un poco duro, había nervios, pero creo que lo más duro fue al comenzar el desempate. Nadie sabe lo que he trabajado mentalmente para ganar un torneo como este.

"Es muy fácil decir que quiero ganar otro grande", dijo sobre su futuro, "pero si eres una jugadora de tenis, tienes que saber lo mucho que cuesta ganar uno de los grandes. Si quiero hacerlo tendré que volver a la pista y trabajar duro, más incluso que antes".

"Enviaré un correo a Safarova", dijo Li, al recordar que tuvo que salvar una bola de partido contra la jugadora checa en la tercera ronda, "y la enviaré también una sonrisa".

"Cuando el año pasado dije que quería ser la número tres nadie lo creía", continuó. "Al principio de este año dije, quiero ganar otro título del Grand Slam y nadie siguió creyéndome. Lo más importante es creer, él cree y mi equipo cree".