Lo que se inició como un sueño hecho realidad, paulatinamente se está convirtiendo en pesadilla. El ascenso de Mushuc Runa a la serie “B” deparaba grandes retos y anhelos por cumplir.

Pero el presidente del club, Luis Alfonso Chango, se encontró con otra realidad. “Hay jugadores desganados, ociosos, faltos de ambiciones y amor propio y a su profesión”, argumentó.

Al inicio de año, las ilusiones se volcaron totalmente hacia los futbolistas. El directorio les dio todas las facilidades para un buen trabajo. Nunca se escatimó esfuerzo en tratarles bien; hospedaje y alimentación eran de lo mejor, al igual que los traslados a las diferentes ciudades.

Pero los resultados no reflejaban el accionar dirigencial, por ello se decidió pedirle la renuncia al técnico Juan Yépez y se contrató a Renato Salas con el anhelo de mejorar futbolísticamente y por ende salir del último casillero en la tabla.

Se dieron 14 incorporaciones para la segunda etapa y todos los integrantes tienen una cuenta de ahorros en la Cooperativa de Ahorro y Crédito Mushuc Runa, auspiciante principal del equipo. “Los primeros días de cada mes el sueldo estaba acreditado en sus cuentas, de lo cual pueden dar fe los jugadores”, enfatizó Chango.

Hace un mes, Chango recibió la visita de elementos como Enrique Gámez, Rorys Aragón, Yason Corozo y el uruguayo Horacio Salaberry, para plantearle el cuadro de premios e incentivos que aspiraban recibir.

Por partido ganado esperaban que se entregase a cada jugador 300 dólares, 70 mil dólares si se mantienen entre los seis mejores en la tabla y un incentivo al equipo de 250 mil dólares si ascendían a la serie A, y finalmente se pidió un premio por salvar la categoría. “Esto es inaudito, como voy a pagarles todo eso cuando su obligación es ganar cada partido. Prefiero que bajen de categoría, me harían un favor. Así con esa plata el próximo año invierto en el complejo de alto rendimiento para formación de futbolistas, pero ante todo de personas de bien”, reiteró Chango.

Las pretensiones de los jugadores representarían un rubro cercano a los 450 mil dólares, adicional a todo lo que ya ha invertido la actual directiva. Por eso se resolvió en primer lugar retrasar el pago de los haberes de los jugadores, dar apertura solo a los futbolistas interesados en actuar y en especial a quienes no hayan tenido participación. Se sugirió dar mayor apertura a los jóvenes.

Se acordó no ceder ante las presiones y a partir de mañana la entrada será gratuita en todos los partidos de local. “Si el equipo desciende se asumirá con responsabilidad”.

Finalmente se decidió ratificar al DT Renato Salas, así como el finiquito con Enrique Gámez y el arquero Mario Lozano. Lo mismo se espera hacer con Leonardo García, quien debutó el primer partido del año, y se lesionó a los 3 minutos del compromiso.  (VLB)