Es un mundo oculto en el que los nombres no existen y los apodos dominan, pero que en ocasiones hasta estos últimos sobran y los personajes prefieren mantenerse en el anonimato “para que no les saquen pinta”... Se trata del entorno de los barristas, en que la Boca no habla y la Oscura se mantiene en penumbras.

Barcelona-Emelec, Emelec-Barcelona, han sido rivales del Astillero desde que el fútbol se profesionalizó en el Ecuador, en la década del 50. En la actualidad, este confrontamiento ha tomado otro rumbo y no es precisamente en la cancha, sino entre los seguidores de ambos equipos.

Las peleas y las “roquizas” (enfrentamiento a piedras) son costumbre entre los barristas de la Sur Oscura (Barcelona) y Boca del Pozo (Emelec); pero, según afirman los hinchas “toreros”, la situación ya se escapó de control con la muerte de Marcos Rodríguez, de 28 años, quien a decir de los de la Oscura fue golpeado por integrantes de la Boca, a tal punto que la paliza le significó la muerte.

“Los manes (emelecistas) se vengaron porque nos habíamos robado unos trapos (lienzos que se llevan al estadio). Ellos solo querían golpear a ‘Mou’ (como era conocido Rodríguez), pero de igual manera muerto es muerto y la gente se quiere comer a uno (matar), al que sea”, lanza desde la clandestinidad una fuente vinculada a la Sur Oscura.

El consultado relata la razón por la cual los emelecistas habrían golpeado a “Mou” la noche del domingo y que falleció el lunes.

“El año pasado varios manes de la Sur Oscura se treparon al Capwell y se robaron una camiseta gigante y tres tiras de la bodega del estadio, pero eso pasó y ellos se quedaron fríos. Hace un mes más o menos, la gente (barcelonistas) se robó el trapo del ‘Loco Gabo’ y eso colmó la paciencia de los manes, de ahí ellos juraron vengarse”, asegura.

De la noche de la paliza, el barrista cuenta: “Sabíamos que iba a haber pito (problemas), por eso nadie había dado papaya (ser vulnerable), pero después del partido con Liga, un grupo fue a un antiguo billar (frente a la Universidad Estatal) y ahí fueron emboscados. Entraron dos carros, un Hyundai Tucson azul y una Ford F-150 negra con unos manes gritando ‘Boca del Pozo’, con cadenas y palos. Pocos se fueron corriendo y se quedaron ocho de los nuestros en el lugar”.

La fuente agrega que eran alrededor de 30 personas las que habrían agredido a los barcelonistas, el domingo, alrededor de las 21:00. “Ellos sabían que la gente siempre va a esa zona después de cada partido. A ‘Mou’ (recordado por meterse a la cancha del Capwell a celebrar el gol de Rodrigo Marangoni en el Clásico)  lo mataron y los otros quedaron mal heridos. Somos conscientes de que no lo iban a matar, pero se les pasó la mano... ahora la gente quiere venganza”.

Al ser consultado acerca de la muerte de Rodríguez -que fue sepultado el miércoles entre cánticos barcelonistas, bengalas y el revantar de unas cuantas camaretas-, un integrante de la Boca del Pozo,  resalta que los “azules” están tomando las medidas del caso ante lo que  pueda  pasar.  “La gente ya ha tenido reuniones, pero no en los lugares de antes, porque ya nos están empezando a dar cacería. La gente se va a armar con todo”.

De la presunta culpabilidad de su grupo, el hincha “millonario” comenta: “La gente anda con la duda de  si fueron manes de la Boca o no, acá nadie quiere decir nada. Lo que sí me enteré es que unos cuantos de los Rollings le robaron un bombo a los de la ‘Basura’ (como le dicen los emelecistas a los de la Sur) el domingo, pero eso fue por el puente de la 17”.

Al igual que el barcelonista, este emelecista dice que “el pito se da por el trapo de Gabo (hincha ‘eléctrico’ fallecido). Se les pasó la mano a la gente, no lo querían matar (a Rodríguez), porque si la gente  hubiese querido, de una le pegaban una puñalada o algo así”.

Las reacciones por la  muerte de “Mou” se vieron reflejadas en las redes sociales. En Facebook hay una página creada por  seguidores de Emelec que se llama Sácale pinta a las basuras, en la que hay insultos entre “amarillos” y “azules”, en la que además de responder las provocaciones del rival, los barcelonistas juran venganza por su muerto.