La falta de información por parte del comité organizador del Clásico del Astillero a favor del Yasuní ITT hizo que acudieran no más de 3.500 aficionados al estadio “Alberto Spencer Herrera”, de Guayaquil.

Ayer, muchos hinchas prefirieron hacer otro tipo de cosas aprovechando que no había fecha del campeonato ecuatoriano de fútbol.

Otros optaron por ir e incluso hubo quienes compraron las entradas a la localidad de general y al llegar hacia el escenario deportivo se enteraron de que el ingreso a esta localidad era gratuita. 

Aquello generó malestar en ese minúsculo grupo que exigía explicaciones a las personas que atendieron en las taquillas del compromiso. “Pagué 5 dólares por mi entrada y resulta que es gratis. Tengo entendido que recién avisaron hoy temprano. Gasté dinero por gusto”, expresó Vicente Drouet, quien acudió con su familia a ver el clásico.

Pese a ese malestar, hinchas como Drouet se fueron felices, ya que vieron un partido intenso, vibrante, y lo mejor, que el equipo de sus amores, Barcelona, ganó en forma justa.

Sin embargo, fue Emelec el que tomó la iniciativa desde el comienzo del encuentro. Tal es así que a los 10 minutos tuvo la oportunidad de adelantarse en el marcador con un tiro penal que ejecutó Walter Iza, pero el portero Carlos Morán intuyó el disparo y lo bloqueó, generando los aplausos de la parcialidad “canaria”.

Barcelona de a poco iba copando los espacios en la cancha y se fue insinuando sobre el arco defendido por Cristian Arana. Un centro de Hólger Matamoros fue capitalizado en el área por Miguel Ibarra, quien de “media tijera” venció al arquero eléctrico y así abrió el marcador.

Los “millonarios” respondieron inmediatamente con un pase rasante de Iza que cayó en el área, pero ahí estuvo el delantero Ronald Campos, quien solo y debajo del arco mandó el balón por encima del horizontal. 

Como en los viejos tiempos en el Modelo, el ritmo del clásico no decayó. Acciones de peligro hubo en ambas porterías. En la complementaria la tónica fue igual, pero los “toreros” mantuvieron siempre la pelota y la propuesta de juego.

A los 54 minutos, otra nueva chance se le presentó a Emelec para lograr el empate. El juez decretó un penal, al cobro fue Silvano Estacio y nuevamente Morán bloqueó.

La segunda conquista del partido fue de Ibarra, quien cobró un tiro libre desde la media cancha, aprovechó que Arana estaba salido y mandó el balón al fondo del arco.

Al final del cotejo el volante Polo Wila descontó con un tiro libre cobrado desde unos 25 metros. Al término del compromiso, Gustavo Costas destacó la entrega que tuvieron sus dirigidos: “Es importante siempre ganar esta clase de partidos”.