Dos aficionados de los New York Yankees fueron objeto de severas repercusiones tras un comportamiento inapropiado hacia Mookie Betts, jardinero de los Los Angeles Dodgers, cuando le intentaron quitar su guante durante la disputa de la Serie Mundial del béisbol estadounidense. 

La Major League Baseball de Estados Unidos (MLB) ha impuesto una prohibición indefinida a los involucrados, no solo para ingresar al Yankee Stadium, sino para asistir a partidos en cualquier estadio de la liga. La castigo quedó abierto a que pueda incrementarse a una prohibición de por vida. 

El incidente que encendió la controversia

Todo ocurrió durante el Juego 4 de la Serie Mundial, cuando Austin Capobianco y John P. Hansen trataron de interferir en el juego de manera inapropiada, cuando intentaron agarrar la muñeca de Betts y manipular su guante cuando atrapó la bola, un intento que, de haberse concretado, podría haber alterado la jugada en desarrollo.

Las acciones de los aficionados fueron rápidamente abordadas por la seguridad del estadio, y ambos fueron expulsados del partido, lo que les llevó a la prohibición inmediata para el siguiente juego, el Juego 5.

Los New York Yankees, en un comunicado oficial, condenaron rotundamente el comportamiento de los aficionados, calificándolo como "inaceptable". El equipo hizo hincapié en que la seguridad de los jugadores, aficionados y todo el personal del estadio es una prioridad absoluta y que este tipo de comportamiento no será tolerado ni en el Yankee Stadium ni en ningún otro recinto de la MLB.

El castigo no se limitó solo a la expulsión del evento. Los dos aficionados fueron identificados como poseedores de asientos de temporada, pertenecientes a un titular de abono que ha sido parte del equipo desde 1990. Aunque el titular del abono no estaba presente en el estadio en el momento del incidente, su posesión de los asientos no lo eximió de la repercusión.

La MLB, al responder con firmeza a este acto de mala conducta, envió una carta a los infractores detallando la gravedad de sus acciones. En la misiva, la liga subrayó que este tipo de comportamiento no solo pone en riesgo la seguridad de los jugadores, sino que también atenta contra los principios fundamentales del deporte. De esta forma, Capobianco y Hansen fueron sujetos a una prohibición indefinida de ingresar a todos los estadios, oficinas e instalaciones de la MLB. 

En caso de que los dos hinchas se camuflen para ingresar a algún recinto deportivo serán inmediamente arrestados por las autoridades. 

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