Mina convirtió ayer su primer doblete del año con Barcelona
Barcelona comenzó el año ganando, goleando y gustando. El elenco de Luis Zubeldía se impuso 3-1 a un Deportivo Cuenca que no se achicó de visitante, pero que sufrió la expulsión de dos jugadores en el segundo tiempo, lo que a la larga trastocó sus planes.
La pareja formada por Damián Díaz y Pablo Lugüercio en el medio campo “canario” arrancó inspirada. El “Kitu” envió un centro al área “morlaca”, al que el “Payaso” intentó llegar para conectar de testa, pero el zaguero Carlos Castro se le anticipó muy bien para despejar. A los 2 minutos Barcelona ya avisaba.
Como resultado del mejor trato del esférico llegó el gol del “Ídolo”. A los 4’, Lugüercio puso a gritar a los más de 30.000 hinchas “toreros” que asistieron al Monumental. El volante argentino conectó de cabeza un tiro potente de Hólger Matamoros, quien durmió la pelota luego de un cambio de frente efectuado por Díaz.
La conquista provocó que los dirigidos por Luis Zubeldía siguieran rotando la pelota con serenidad, mientras que los “colorados” trataban de llegar al arco de Máximo Banguera al contragolpe, con Federico Laurito y Javier Robles como hombres de ataque.
A los 12’, el juvenil amarillo, Carlos Gruezo estuvo cerca de consagrarse en su debut con la camiseta que años atrás vistió su padre, que lleva su mismo nombre. El hijo del ex jugador “canario” remató fuerte un esférico que le dejó servido el delantero Narciso Mina, pero su intento pasó rosando el vertical izquierdo defendido por Juan Manuel Ojeda.
Seguía el monólogo de Barcelona, con llegadas por la banda izquierda de Cristian Cruz, quien a los 23’ se internó en el área del Cuenca, le dio un pase a Lugüercio y éste a su vez centró a Mina, que mandó un cabezazo por encima del horizontal. El “Bello” tuvo otra chance clara a los 31’, cuando recibió un balón de parte de Díaz y se sacó la marca de Castro, pero su fuerte disparo se fue elevado.
La jugada con más peligro del elenco “morlaco” se dio a los 36’, cuando Robles sacó un zapatazo, que fue bien contenido por Banguera. Con el resultado 1-0 a favor del “Ídolo”, terminó el primer tiempo.
Para la segunda parte, el DT del Cuenca, Luis Soler, mandó al campo de juego a Byron Cano, Gregory González y Omar Andrade; mientras que por Barcelona saltaron los mismos que arrancaron en la primera parte del cotejo.
Los cambios surtieron efecto en el conjunto “morlaco”, ya que el recién ingresado Cano decretó el tanto del empate a los 56’. El futbolista oriundo de la provincia de Santa Elena aprovechó un balón que no pudo despejar Jayro Campos y con disparo fuerte y raso venció a Banguera.
Barcelona se volcó al ataque y eso provocó que Castro viera la tarjeta roja, al golpear sin balón a Díaz. Zubeldía ordenó el ingreso de Michael Jackson Quiñónez, mientras el Cuenca empezaba a defenderse.
Mina, quien la buscó en el PT, tuvo su oportunidad de anotar a los 81’, luego de un centro de Díaz. El ex Independiente, recientemente llegado al “Ídolo”, luego de su inadvertido paso por el equipo porteño en la temporada 2009, celebró eufórico sacándose la camiseta y eso le costó la amarilla, pero aquello no le importó.
El “Ídolo” también se quedó con 10 jugadores, ya que el juez central, Roddy Zambrano, le mostró la segunda amarilla a Hólger Matamoros, por una supuesta falta sobre el golero Ojeda en su propia meta.
Otro que fue mandado a las duchas antes de que finalizara el encuentro fue el volante del Cuenca, Édder Fuertes, quien cometió una falta sobre el “Kitu” Díaz, a cinco minutos de que acabara el compromiso.
Sobre el final (90’), el mismo Mina puso la tercera, luego de un pase de Quiñónez, quien desbordó por la derecha y remató, pero su tiro se desvió en un zaguero “morlaco”, que en su afán por despejar la dejó servida para que el ariete la mandara al fondo de las redes. Barcelona festejó así, con goleada frente al Cuenca, su partido 500 por torneos locales en el Monumental.