“Mi hijo Jesús Adrián es quien más me exige”
Se jugaban los primeros minutos del Clásico y Narciso Mina hacía su primer anuncio en el arco emelecista, defendido por Esteban Dreer. El delantero de Barcelona recibió un pase de José Ayoví, con quien destacó en Independiente, a la espalda de Gabriel Achilier y estuvo muy cerca de anotar.
Mina observó cómo su cabezazo se iba a escasos centímetros del palo derecho del “Rifle”. “Todo pasó como en cámara lenta”, resalta Narciso, quien enseguida se dijo: “el gol llega porque llega”.
El “Bello” relata esta corta jugada como un antecedente de lo que vendría minutos después. Cuando se jugaban los 49’, anotó el tanto del triunfo ante Emelec tras la salida de un tiro de esquina, ejecutado por Damián Díaz. “Tuve que hacer un movimiento para sacarme la marca, fue una jugada de viveza; un gol soñado, el mejor de mi carrera, pero ahora quiero uno más importante, uno que nos dé el campeonato”.
Comentó, luego de la práctica de ayer, que podía dirigirse tranquilo a su domicilio, ya que cumplió con las expectativas de su hijo, Jesús Adrián, de 5 años, que es “quien más le exige”. “Cuando no anoto, él se pone triste y me pregunta: ‘papi, ¿por qué no metiste gol?’, pero cuando llego después de haber concretado, me da un fuerte abrazo”.
Patricia Quiñónez, esposa de Narciso, quien ayer lo fue a recoger, indica que estaba dormida en su casa durante el Clásico, pero que fue justamente su hijo Jesús Adrián quien la despertó cuando su cónyuge marcó.
“Yo me acuesto temprano, por eso no vi mucho del partido de anoche (miércoles), pero los niños (también estaba la hija mayor de la pareja, Noemí, de 8 años) estaban viendo el Clásico por televisión y cuando Narciso hizo el gol mi hijo lo gritó y salió corriendo a despertarme. Él es quien más disfruta con los tantos que hace el papá”.
Patricia, quien vestía ayer la casaca 17 de Narciso, tiene 10 años de matrimonio con el goleador de Barcelona, que lleva 13 tantos en el torneo. El ex jugador de Independiente destaca el “maravilloso” momento que vive en el club “torero” y que todo esto es “gracias a la misericordia de Dios”.
“Como decía mi camiseta anoche (miércoles), no soy yo, es la gracia de Dios en mí. Gracias a Él puedo jugar fútbol y puedo estar en Barcelona, yo nada sería sin mi Dios, por eso todos mis goles son para Él”. Mina tenía otra leyenda en la parte trasera de la elástica que llevaba debajo del uniforme del “Ídolo”, en la que se leía: “Yo solo me esfuerzo y le creo”.
El goleador dijo que estos mensajes le vinieron a la mente durante una de las prácticas. “En medio de una práctica de esta semana me quedé pensativo viendo las gradas del estadio Monumental y entonces se me vino la frase a la cabeza. Es que realmente no es algo que yo haga, todo es por la gracia de Dios, por eso le agradezco con mis goles”.
Según el reporte oficial, la noche del miércoles hubo 22.057 espectadores que pagaron boleto para ingresar al estadio Capwell, lo que dejó una taquilla de 189.000 dólares. (MRM)