Mavort tomó la delantera a su similar de la UTE en su carrera por alcanzar el título de la Liga Nacional Femenina de Baloncesto, con una significativa victoria 92-80 en la primera final escenificada el martes  en el coliseo Julio C. Hidalgo, ante una respetable cantidad de aficionados que se deleitaron con un partido de gran intensidad.

El nerviosismo propio de un compromiso de esta naturaleza mantuvo inquietos a los técnicos en las dos bancas. El argentino Juan José Pidal, aprovechó un minuto para reordenar su esquema, una vez que sus extranjeras Astou Troure y Utahya Drye presentaban complicaciones para romper  la defensa equinoccial. Entonces  fue Diana Gómez la que probó los perimetrales y un triple puso a su equipo 8-2 cuando corrían  4 minutos del primer cuarto.

En filas “universitarias” la argentina Gissela Vega había acumulado dos faltas, mientras Paola Ferrari se mostraba errática en los lanzamientos de tres puntos; sin embargo, la notable gestión de la centro Jéssica Preciado puso el equilibrio en el ataque con potentes y certeras incursiones sobre el tablero rival y la desventaja se redujo a apenas 3 puntos (21-18) luego de los 10 minutos.

La recuperación de la UTE continuó en el segundo parcial; Paola  se mostró segura en los lanzamientos, mientras Gissela imponía presencia y condiciones en los rebotes. Las “constructoras” se las ingeniaron para mover a las extranjeras y sacarles partido a sus innegables condiciones, pero igual persistieron las equivocaciones hasta el final del segundo cuarto  y Mavort se fue al descanso con ventaja (43-38).

La ausencia de Cristina Sandoval, por lesión, en filas equinocciales, dio paso a Tatiana Pazmiño y Victoria Morales, aleras de muchas condiciones, mientras María José Viueza intentó cambiar la disposición de juego con mayor dinámica de sus postes Vega y Preciado.

Mavort captó las instrucciones de su técnico de no perdonar nada y los errores cometidos por su adversario fueron capitalizados en canastas que devolvieron la confianza y seguridad a la senegalesa Astou Troure, que se fue a las duchas luego de anotar 33 puntos, incluyendo un triple.

Luego del tercer periodo, que fue favorable para el Mavort (67-51), las equinocciales desplegaron un juego mucho más técnico y acortaron distancias para ponerse a tan solo 7 puntos tras raudos ingresos de preciado, Gissela y Paola; sin embargo, aquel impulso fue controlado por las mavoristas, luego de las instrucciones de Pidal, que nuevamente puso a su quinteto estelar para rematar el encuentro; mas aun cuando Gissela había acumulado cuatro faltas y Paola debió abandonar el rectángulo al acumular cinco faltas restando  90 segundos.

Jugar en zona y en el perímetro de tres puntos fue la disposición del técnico Paúl Beltrán. Con cierta flexibilidad para el emboque por parte de cualquiera de sus jugadoras, y para entonces la rotación y buen manejo de las mavoristas, en especial por parte de Susana Jara y Dayana Salcedo, prevaleció hasta la culminación del encuentro.

La labor desplegada por Susana Jara implicó mucho esfuerzo, pues tuvo la responsabilidad de controlar a las jugadoras más hábiles del quinteto adversario y apenas pudo  contribuir con cinco puntos.

“Este equipo (UTE) es bastante sorpresivo, así que para nosotros es mejor tener mucha ventaja hasta el último momento del partido para estar tranquilas y gracias a Dios tuvimos la victoria; ahora vamos a luchar con todo para el viernes acabar el campeonato”, manifestó la amadora mavorista, quien anunció su retiro  al término de la Liga.