El líder del campeonato del mundo de Moto GP, el español Marc Márquez, utilizó por primera vez este fin de semana de forma clara la calculadora pensando más en el título mundial que en una nueva victoria parcial.    

Después de un fin de semana complicado por las críticas que de una manera velada e indirecta vertieron sobre él tanto Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) como Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V), el joven debutante de los récords supo templar a la perfección sus ánimos para pensar en lo que más le interesa: el título mundial.  

Demostró en la pista sus argumentos  al  conseguir  el  mejor  tiempo en entrenamientos con un nuevo récord de la vuelta rápida, otro récord logró en carrera, en la segunda vuelta, la más rápida, pero lo mejor, la muestra de madurez que dio cuando después de su pelea con Jorge Lorenzo consiguió superarlo y comenzó a avanzar  para dar caza a Pedrosa.

Después de una serie de vueltas de inútil cacería, salió a relucir el mejor Marc Márquez, el que quiere ser campeón en MotoGP, y serenó sus ánimos para dar por buena una segunda posición que matemáticamente le deja a siete puntos del título mundial.     

Siete puntos si gana en Australia y si Jorge Lorenzo acaba tercero. Y aunque su rival de Yamaha ganase todas las carreras que faltasen, Japón y Valencia, le valdría con acabar quinto en Australia, Japón y Valencia para proclamarse campeón del mundo.  

Algo harto complicado ya que salvo en Italia, que no consiguió acabar, Marc Márquez tiene como peores resultados las terceras posiciones de Catar, Francia y Cataluña, a partir de donde su peor clasificación ha sido segundo, con cinco victorias de nueve posibles.