Damián Díaz acababa de errar un penal y Pablo Lugüercio, en el rebote, también falló y no pudo anotar. Se jugaban los primeros 11 minutos y el “Ídolo” desaprovechaba dos inmejorables opciones de gol.

El segundo remate, el del “Payaso”, fue desviado por el golero Juan Molina. Al cobro del córner fue Díaz, quien lanzó al centro del área para que aparezca “soplado” Luis Caicedo. El “Gordo Lucho” llegó corriendo desde afuera del área y cabeceó al filo del área chica para vencer a Molina y anotar el primer tanto.

Para el mediocentro esmeraldeño de 32 años ese fue el instante clave para cambiar la historia del partido, ya que el gol llegó en un momento de bajón anímico tras no convertir el penal el “Kitu”.

“El primer gol fue el que más me gustó, porque ese le dio más confianza al equipo y nos renovó el ánimo luego de que habíamos perdido un penal”, contó el volante luego del partido, mientras firmaba autógrafos y se tomaba fotos con los hinchas presentes a la salida del túnel del estadio Monumental.

Caicedo, quien llegó la temporada anterior a Barcelona por pedido del estratega Rubén Darío Insúa, anotó la noche del viernes el primer triplete de su carrera. “Desde que estaba en Olmedo siempre he marcado mucho y ahora justo le hago estos tres goles al mismo Olmedo”.

El mediocentro se ha caracterizado más por convertir con tiros de media distancia, pero en el cotejo ante los riobambeños marcó tres conquistas provenientes de pelota parada, todos tras centro de Damián Díaz, a la salida de córner. “El año pasado pude convertir algunos goles de pelota parada. Es lindo marcar, y más aún cuando se vienen más goles. En el camerino todos me felicitaron y me dijeron que mejor juegue de delantero... ”, se carcajea.

En lo que va de su militancia en Barcelona, el “Gordo Lucho” ha anotado 8 tantos. Los tres del viernes fueron los primeros de la temporada para el ex jugador de Universidad Católica y Macará.

La felicidad de Caicedo se vio opacada por la pregunta de  a quién le dedicó sus tantos. Sin dudarlo, el volante respondió: “Los tres goles fueron para el ‘profe’ Dragan (Miranovic, fallecido el lunes anterior). Fue un gran técnico, aprendí mucho de él (lo dirigió en Olmedo), le dedico el triunfo y los goles. Gracias a él soy lo soy en el fútbol. Era un gran profesor y un gran amigo”.

Entre los hinchas que solicitaban por lo menos estrechar la mano de Caicedo estaba Carlos Valarezo, un adolescente  de 15 años, quien acude con su padre (Carlos) a la mayoría de partidos del “Ídolo” en condición de local.

El muchacho se mostró complacido luego de tomarse la foto con el goleador de la fecha, quien espera seguir siendo un “motor anímico” de un equipo que lo necesita.