Los proveedores participan en una competencia aparte
Los equipos de abasto del Huairasinchi 2012 viven su propia carrera, paralela a la que los deportistas realizan sorteando montañas, la nieve y ríos. Se han convertido en una parte fundamental para el desarrollo de la carrera, pues de ellos depende la alimentación de los atletas durante los 4 días.
Cada equipo cuenta con un grupo de abasto que debe estar conformado por mínimo dos personas y máximo cuatro. Encargado de llevar la comida, ropa, herramientas, entre otras cosas, para mantener en buen estado a los integrantes de las escuadras.
José Villalba, que acompaña al equipo Trangoworld, cumple con su tercer Huairasinchi al hilo. El año pasado formó parte del campeón: Tour Adventure Team. Su experiencia le facilita más esta labor, que ahora la cumple junto a su hermano Paúl.
Los deportistas aprovechan la transición entre bicicleta y trekking (senderismo) para cambiarse de ropa y comer algo para superar los siguientes kilómetros. Aquí también se siente el nivel competitivo, pues deben hacerlo rápidamente para no perder segundos clave en la carrera.
Carolina Pinilla, del equipo Fedeme Top Bike, llegó luego del trekking y mientras dejaba su ropa mojada, se tomó la sopa en pocos segundos. Esa imagen se repitió en el equipo del frente, Lafuma, en el que Guillaume Demangeon ingirió a toda velocidad una pasta.
La paciencia es lo fundamental para los integrantes del suministro, ya que muchas veces tienen que aguardar largas horas hasta que lleguen los competidores. Sin embargo, deben tener los alimentos, la ropa y los implementos listos para ellos.
“La espera es lo más complicado. Nosotros debemos estar a tiempo en los puntos de transición, para que ellos no se retrasen y puedan retomar rápidamente la competencia”, dice Villalba.
El belga Dominique Wauters, diplomático que reside 3 años en el país, también es abastecedor. “No sé cómo pueden lograrlo (llegar a los puntos de control) con una comida tan elemental, pero es lo que deben hacer. No pueden comer algo pesado”.
Frutas, pasta, barras de granola, sopa, té y agua son los principales alimentos que se encuentran en cada estación. Unos 15 minutos son necesarios para realizar la transición y empezar otro tramo de la competencia. Luego los autos de provisiones, abandonan el lugar lo más rápido posible para llegar al siguiente punto.
“Nuestros tiempos no son registrados, pero es un esfuerzo grande para poder llegar lo más pronto al siguiente lugar”, agregó Villalba.
Cuando llega la noche también son los encargados de tener armada la carpa con los sacos de dormir y a la mañana siguiente desarmar el campamento y seguir con la ruta.
“Son fundamentales para nosotros, pues representan un punto para alimentarnos y poder afrontar con energía la próxima prueba. Hacemos todo muy rápido y es vital que todo esté listo cuando llegamos”, aseguró Gonzalo Calisto, del equipo Ecuador-Nissan.
Los abastos continúan con una carrera invisible, pero son parte esencial para los competidores.